McLaren admite haber vendido coches "que no estaban maduros"

McLaren le ha vendido parte de su colección de coches históricos –formada por 54 monoplazas de Fórmula 1– a su accionista mayoritario, el fondo soberano de Baréin, que a cambio ha abonado 123 millones de dólares. El motivo, el sobrecoste del nuevo McLaren Artura y un desarrollo más complejo de lo previsto.

El Artura se presentó en febrero de 2021 con la intención de que las primeras entregas comenzasen ese mismo año, pero la realidad fue distinta. Hubo hasta cuatro retrasos distintos por motivos varios y los primeros clientes tuvieron que esperar hasta octubre de 2022 para recibir sus vehículos.

Michael Leiters ha revelado en una entrevista a Evo.co.uk que el retraso se debía a que el proyecto original no estaba "maduro". Una crítica directa a la anterior gestión, de quien ha cuestionado el control de calidad.

"Lo que he oído a través de mi equipo es que en el pasado aceptábamos productos que no estaban maduros. Los presentábamos y los entregábamos a los clientes. El Artura es el primer proyecto en el que no hemos hecho eso".

"Vimos que el coche todavía no estaba maduro, de modo que detuvimos las entregas. Ya llevábamos un retraso importante en la cadena de montaje y en ese momento redujimos a cero la producción para poder solucionar los problemas de calidad".

"Hacer esto ha puesto en riesgo la situación financiera de la empresa, pero creo que era un cambio muy importante. A nuestros clientes y comerciales les mandamos un mensaje muy importante: que en el futuro la calidad será nuestra prioridad. No diremos nunca más ‘el coche va tan rápido y te hace sentir tan conectado que disculpadnos algunos problemas de calidad’. Nunca más".

Michael Leiters es el mandamás de McLaren Automotive desde abril de 2022. Relevó en el cargo a Mike Flewitt, que dimitió por sorpresa en octubre de 2021 cuando se rumoreaba que McLaren podía ser vendido al Grupo Volkswagen.

Leiters aterrizó en Woking procedente de Ferrari, donde había desempeñado el papel de director de Tecnología durante ocho años y medio. Previamente había estado en Porsche, donde trabajó durante 13 años.

Su llegada a McLaren se produjo en el contexto de una empresa en crisis, en constantes pérdidas económicas que hacían imprescindible una inyección recurrente de capital por parte de sus accionistas. Y trajo consigo un nuevo discurso, con una apertura a la idea de crear coches SUV para mejorar la facturación.