Manhart SV 650: más agresividad y 650 caballos para el Ranger Rover Sport P530

Hace ya muchos años que se acabó aquella tendencia tunera que invadió España, una cultura que dio lugar a toda clase de creaciones, desde cosas realmente nefastas, hasta trabajos muy finos, sobre todo en lo estético. La parte mecánica, por lo general, se tocaba poco por entonces. No obstante, que en España la tendencia tuning haya decaído, no quiere decir que la industria se haya parado, es más, Europa cuenta con algunos de los mejores especialistas del mundo en esta rama de la industria, como es el caso de Manhart.

Esta empresa alemana tiene un largo historial con trabajos en infinidad de marcas desde la década de los 80, a los que debemos sumar uno más, el Manhart SV 650, que viene a ser un Range Rover Sport llevado un poco al extremo.

Lo que más llama la atención del Manhart SV 650 es, sin duda, su imagen, pues resulta muy poco recatada y se posiciona justo en el punto contrario a la sensación que despierta el Range Rover de producción. Se combinan tonos dorados sobre una carrocería negra, enormes llantas de 24 pulgadas Forged Line –también pintadas de color dorado–.

No se cambian elementos de la carrocería, aunque su aspecto es mucho más amenazante que en el caso del modelo fabricado en serie, básicamente, por la combinación de colores y por la suspensión tres centímetros más corta, que permite que las grandes llantas ocupen todo el hueco del guardabarros y acerca la carrocería al suelo.

Donde sí hay cambios es bajo el capó. Para la creación del SV 650 se parte del Range Rover Sport P530, una versión que monta un V8 4.4 biturbo de origen BMW, con nada menos que 530 caballos, los cuales se quedan algo cortos frente a los 650 caballos que anuncia el especialista, junto a 890 Newton metro de par. Para lograr este aumento de potencia, la empresa ha instalado una unidad de control adicional MHTronik y una línea de escape totalmente nueva, que incorpora válvulas que se pueden controlar a distancia.