Los españoles no sabemos conducir correctamente en una rotonda

Respetar la prioridad en una rotonda no es tan complicado. De hecho, el desconocimiento que existe sobre el tema entre los conductores españoles es el gran causante de la mayoría de los percances que suceden en estas intersecciones. Lo primero que hay que tener claro es que el que manda es aquel que circula por dentro de la rotonda y en su carril exterior. Siempre tendrá prioridad respecto al que conduce por vías interiores y, sobre todo, por el que aún no se ha incorporado. Este último solamente podrá acceder a la misma si no hace frenar a nadie de los que circulen en ella.

Por su parte, el carril interior de las rotondas está reservado para aquellos conductores que vayan a girar a la izquierda o a hacer un cambio de sentido. En el momento que nuestra salida se acerque tenemos que colocarnos de nuevo en el carril externo para evitar problemas. Eso sí, la recomendación de las autoridades es que utilicemos, si la densidad del tráfico lo permite, el carril externo siempre. De esta manera se evitan cruces que pueden resultar peligrosos.

Estas sencillas premisas son las que tenemos que seguir para evitar que los estudios acerca del conocimiento de las rotondas nos dejen en evidencia. Durante los últimos años ha habido un progresivo aumento de los accidentes en glorietas. Concretamente entre los años 2012 y 2016 el número de siniestros mortales en estas intersecciones ha pasado de 16 a 37 en nuestro país, lo que supone un aumento del 131%. Si nos fijamos solamente en las rotondas de las zonas urbanas el ascenso es del 86,7%, según datos de un estudio de Automovilistas Europeos Asociados.

La gravedad de los percances que se producen en las rotondas también crece con el paso del tiempo. En el periodo comentado han aumentado un 55,5% los fallecidos por accidente en estas intersecciones, mientras que los heridos aumentaron un 40,8%. En este sentido diversos especialistas coinciden en que la culpa de estos datos es exclusivamente de los conductores, a los que un mayor conocimiento de las normas de circulación evitaría problemas. Las rotondas tienen muy claras sus normas de prioridad. Sólo queda hacerles caso.

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