Loeb da "por muertos" sus sueños de ganar el Dakar 2023

Todo había comenzado muy bien, segundo a sólo 10 segundos de Sainz, pero hoy las cosas se torcieron con nada menos que tres pinchazos…. Problema grave porque los coches acostumbran a salir con sólo dos ruedas de recambio, cuestión de peso y de espacio.

Cuando pinchó por tercera vez, tuvo que esperar la llegada de Orlando Terranova y viendo que el Dakar se escapaba, los nervios y la tensión pudieron con uno de los pilotos más fríos y mentalmente más fuertes de los rallies, secuelas de su pasado como gimnasta de alta competición. Pero esta vez dañó el capó y el frontal del vehículo.

"¡Ha sido un infierno de etapa especial! A nivel de pilotaje estaba completamente desprovista de interés. Resulta completamente estúpido conducir allí. No estás en una pista, simplemente intentas conducir entre grandes piedras kilómetro tras kilómetro", señaló el nueve veces campeón del mundo de Rallies

"Estábamos rodando al ralentí, a un 10% de nuestras capacidades,  por encima de piedras, intentando franquear los pasajes más duros sin pinchar… ir lo más recto posible a 60 km/h pero no funcionó. Intentamos reparar un neumático pero no funcionó, no duró…. Hemos hecho todo lo posible para ir de forma suave, pero no había nada que hacer. Este terreno es poco adaptado para un coche como el nuestro", señaló.

Loeb dijo que la próxima vez que se encuentre con este tipo de terreno irá más deprisa "porque algunos han ido más deprisa y han pasado bien, sin pinchazos".

La decepción se dibuja en el rostro. Tras quedar segundo el pasado año, tanto él como el equipo Prodrive habían preparado mejor el coche y esperaban poder luchar por la victoria.