Las patrullas en moto de la Guardia Civil podrán multar con radares láser portátiles

A pocos meses de finalizar el año, el número de fallecidos en accidentes de tráfico ya supera las 1.000 víctimas, una cifra que no se alcanzó en 2016 hasta mediados del mes de noviembre. Es por ello que, con el objetivo de reducir al mínimo este número durante el año próximo, la DGT va a realizar una compra de 60 nuevos dispositivos de control de velocidad portátiles que incorporará a motociletas de la Guardia Civil.

Para la DGT es imperativo reducir las víctimas en carretera y, a la ya conocida iniciativa de vigilar el tráfico con avionetas y drones, el organismo regulador sumará nuevo equipamiento que el propio Gregorio Serrano, director general de la DGT, ha hecho público a través de su cuenta de Twitter: la DGT ha licitado la adquisición de 60 nuevos radares portátiles con tecnología láser.

Invertimos 860.000€ en la adquisición de radares láser portátiles para los motoristas de la @guardiacivil. 2016: 300 muertos por velocidad. pic.twitter.com/FkcfTCiAoR

— Gregorio Serrano (@Gserrano_DGT) 3 de noviembre de 2017

No es un anuncio completamente nuevo, ya se comentó algo al respecto en septiembre e incluso apareció en el BOE. La novedad reside en el destino de esos radares láser y en la cuantía invertida en su compra. Aunque, al parecer, ya se rumoreaba algo por internet al respecto.

Los destinatarios de estos nuevo radares serán las patrullas en moto de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, que hasta ahora no disponían de métodos para multar en cuestiones de exceso de velocidad. Dichos radares, que han costado nada menos que 860.000 euros, requerirán de un soporte especial que facilite su manejo y, lógicamente, no influya en la seguridad de los miembros de la Guardia Civil de Tráfico.

Con está maniobra se pretende que la vigilancia de las carreteras sea mucho más ágil y eficaz, con el objetivo de reducir al mínimo los fallecidos en accidente de tráfico. Un objetivo que deberíamos perseguir todos y que no es obligación exclusiva de los cuerpos de seguridad. Los conductores también somos responsables.

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