Renault Rafale: las cinco claves del SUV coupé fabricado en España

El Rafale es un vehículo bastante característico, puesto que su tamaño y forma hace que tan sólo tenga un rival realmente directo, el Peugeot 408. El resto, que repasamos en este artículo, se diferencian en algún punto clave, algo que sin embargo no impide que le puedan restar potenciales ventas.

Estamos ante un SUV con carrocería coupé que supera por muy poco los 4,71 metros de largo y que tan sólo ofrece dos opciones mecánicas, ambas híbridas. Su precio de lanzamiento es de 43.100 euros. Pero todo eso ya lo sabíamos...

1. ¿SE PARECE A ALGÚN PEUGEOT? NO ES CASUALIDAD...

No hay que ser un lince para detectar que el Renault Rafale recuerda a los Peugeot de reciente creación. No, no son alucinaciones. La razón la tenemos en que su diseñador es Gilles Vidal, que hasta 2020 trabajó para los del león. De hecho, recaló en la antigua PSA en 1996 para desempeñar su labor en Citroën antes de llegar a Peugeot en 2009. Lógicamente en Renault ha desarrollado un lenguaje de diseño diferente, pero al final es imposible que su toque personal se note en sus creaciones.

2. INTERIOR CON SISTEMA OPERATIVO DE GOOGLE

El habitáculo del Renault Rafale también tiene personalidad propia. Por ejemplo, que cuente con dos pantallas digitales contiguas para hacer las veces de cuadro de mandos y mostrar el sistema multimedia no es novedad, pero sí que una esté dispuesta de forma horizontal y otra vertical. Lo normal es que si se hace algo así las pantallas estén separadas. ¿Sus tamaños? 12,3 y 12 pulgadas, respectivamente.

También llama la atención el techo panorámico, cuya opacidad varía con el fin de mantener la temperatura del habitáculo en orden además de aportar un plus de luminosidad. Además, en la parte trasera hay un reposabrazos central con gadgets para poder sostener tanto teléfonos móviles como tablets.

3. DOS MECÁNICAS: ETIQUETA ECO O ETIQUETA CERO

El Renault Rafale sólo se vende como híbrido o como híbrido enchufable. El primero de los motores tiene una potencia de 200 caballos y está compuesto de una parte térmica y dos eléctricas. Su batería tiene una capacidad de 2 kilovatios hora y es la responsable de que el coche pueda funcionar en modo eléctrico el 80% del tiempo que se circule por ciudad... siempre y cuando se conduzca de la forma más eficiente posible.

El híbrido enchufable añade un motor eléctrico que actúa sobre las ruedas traseras, con lo que se convierte en un coche de tracción total. La potencia asciende a 300 caballos, lo que permite acelerar de 0 a 100 kilómetros/hora en 6,4 segundos, que son dos y medio menos que el híbrido autorrecargable.

4. EL HÍBRIDO ENCHUFABLE PODRÍA TENER LAS MISMAS AYUDAS QUE UN ELÉCTRICO

El Rafale híbrido enchufable tiene una batería de 22 kilovatios hora de capacidad para alimentar la parte eléctrica. Eso se traduce en una autonomía sin emisiones de 100 kilómetros, cifra que cada vez es más habitual entre los PHEV de nueva hornada y que permite acceder a la máxima subvención del plan Moves –se considera para ello como un eléctrico a los híbridos enchufables con más de 90 kilómetros de autonomía–, que es de 7.000 euros con achatarramiento.

La batería que incorpora el Renault Rafale PHEV permite una potencia máxima de recarga de 7,4 kilovatios. Si se utiliza, recuperar el 80% de la capacidad requiere 2 horas y 10 minutos de conexión, mientras que el 20% restante emplea 2 horas y 55 minutos más.

5. GIRAN SUS CUATRO RUEDAS

El Renault Rafale cuenta con un sistema de cuatro ruedas directrices que la marca francesa denomina 4Control Advanced. Es cierto que no es una novedad en la industria, pero no se puede dejar de destacar dada su importancia para mover con agilidad un coche de este tamaño, además de mejorar su estabilidad. A una velocidad de menos de 50 kilómetros/hora las ruedas traseras giran en sentido opuesto a las delanteras cinco grados, mientras que a más velocidad hacen lo contrario tan sólo un grado.