Koenigsegg no descarta el asalto a Le Mans

No es que no crean en ella, sino que sus productos no se ajustan a las reglas establecidas. Su producción está lejos de los mínimos exigidos en la categoría GT, y tener que ‘despontenciar’ sus motores –perder más de 200 CV– para las pistas tampoco es de recibo para ellos.  

Si hemos dicho 'por el momento' es porque el nuevo proyecto de abrir Le Mans y el WEC a los supercar e hypercar podría hacer que la marca cambiase de criterio.

En su día Christian Koenigsegg, propietario de la marca y perteneciente a una de las familias más ricas de Suecia, intentó competir en Le Mans. Fue la época de los GT1, en 2007. Incluso llegó a construir el coche, el CCGT.

El coche fue desarrollado a partir del CCR, tenía chasis semimonocasco de fibra de carbono como sus coches 'de serie' y un motor V8 de 5.0 litros de más de 600 caballos realizado por la propia firma sueca, acompañado a una caja de cambios secuencial diseñada por la firma sueca y realizada por Cima.

Su peso estaba en el límite de los 1.000 kilos, por lo que debía ser lastrado en 100 kilos ya que el peso mínimo de la categoría eran 1.100. La aerodinámica era aparentemente sencilla pero capaz de ofrecer 600 kilos de carga. Pero llamaba la atención por sus reducidas dimensiones: sólo 4,29 metros de longitud y prácticamente 2 de anchura.

El coche rodó en pista, pero no pudo debutar. Simplemente cambiaron las reglas. Se prohibieron los chasis de fibra de carbono y la producción mínima exigida pasó de 20 ejemplares a 350. Exigencias imposibles para Koenigsegg, cuya producción era diez veces menor.

Christian Koenigsegg ha declarado que "sería genial poder correr en Le Mans. Seguimos muy de cerca los reglamentos y, si es posible, nos gustaría estar. El Koenigsegg Ragnarök, que será presentado el próximo año, podría ser una buena base".

No está muy claro si lo harán. Las reglas que se están estudiando prevén motorizaciones híbridas, con el motor eléctrico en el eje delantero. Koenigsegg no tiene previsto este tipo de motorización, pero podría adaptarse.

Por el momento Toyota, Glickenhaus y Aston Martin están a favor del proyecto. Ferrari, Lamborghini y Ford parecen declinar la invitación porque entienden que los costos serán similares a los LMP1 actuales, pero siguen en el comité que discute las reglas. Y Porsche duda mucho de la viabilidad del proyecto.

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