Kia Niro: probamos el nuevo SUV híbrido coreano

Habitabilidad y eficiencia son sus principales cualidades, asombra por sus generosos espacios interiores y también por su despliegue técnológico que, gracias a una nueva plataforma, logra un equilibrio excelente. Saldrá al mercado después del verano y lo hará en tres niveles de acabado: Concept, Drive y Emotion con precios de partida de 19.985, 21.385 y 24.385 euros respectivamente. Será posible elegir entre dos tipos de llantas, de 16 o 18 pulgadas. El año que viene debería llegar también la versión enchufable.

Compacto por fuera, familiar por dentro

Por fuera el nuevo Kia Niro parece más sobrio que su hermano mayor, el Sportage. Sorprende principalmente por su altura contenida que, con 1,54 metros, está más cerca de la de un familiar compacto que de la de un SUV. La misma sensación transmite el puesto de conducción, que con un asiento poco elevado ofrece buena visibilidad pero no ‘vértigo’. A pesar de su tamaño compacto de 4,35 metros de largo y 1,81 metros de ancho -muy por debajo del Sportage-, el Kia Niro cuenta con una habitabilidad muy considerable en su categoría.

Gracias a su nueva plataforma cuenta con una distancia entre ejes de 2,7 metros, por lo que es capaz de ofrecer mucho espacio para las piernas de los pasajeros que se sientan en las plazas traseras. El maletero cubica 427 litros de volumen de carga y los respaldos se pueden abatir de manera asimétrica 60/40.  

El nivel de calidad del habitáculo del nuevo Kia Niro está al altura de los estándares de la marca asiática, aunque algunos plásticos del salpicadero y las puertas son peores de lo que se podría esperar. Entre su dotación cuenta en opción con algunos elementos no disponibles en sus competidores, como son los asientos anteriores ventilados o el ajuste eléctrico del puesto de conducción. El sistema multimedia es compatible con las plataformas Android Auto y Google Car Play.

Asimismo dispone también de un pack de seguridad muy completo con sistema de reconocimiento de peatones y frenada automática de emergencia –funcional hasta 60 kilómetros/hora- y cuentan control de crucero adaptivo, aviso de cambio de carril, cámara de marcha atrás y detector de ángulo muerto.

Motor híbrido de 141 caballos y bajo consumo

Bajo el capo del Kia Niro nos encontramos con un motor 1.6 GDi de ciclo Atkinson de la familia Kappa, utilizado también por Hyundai en sus vehículos híbridos. La potencia del motor de combustión es de 105 caballos y 143 Newton metro de par, y se combina con un motor eléctrico de 32 kilowatios, por lo que la potencia total del Kia Niro es de 141 caballos a 5.700 revoluciones y 265 newton metro entre 1.000 y 2.400 revoluciones por minuto.

La batería que alimenta el motor eléctrico es de polímero de ion-litio y se halla ubicada bajo la banqueta trasera, pesa 33 kilogramos y tiene una capacidad de 1,56 kilowatio hora. Se trata de un vehículo de tracción delantera que monta una caja de cambios automática de doble embrague y seis velocidades. En cuanto a prestaciones, el Kia Niro acelera de 0 a 100 en 11,5 segundos y alcanza 162 kilómetros/hora de velocidad punta.

El consumo mixto declarado es de 3,8 litros a los 100 kilómetros con una cifra de emisiones de CO2 de 88 gramos por kilómetro, aunque estos valores suben a 4,4 litros a los 100 y 101 gramos por kilómetro con las llantas de 18 pulgadas. De hecho en nuestra prueba hemos comprobado una autonomía de más de 20 kilómetros con un litro de gasolina.

Una plataforma muy equilibrada

Hemos conducido el nuevo Kia Niro y la sensación que nos ha dado es de gran control a pesar de su peso y dimensiones. La nueva plataforma se muestra muy equilibrada y estable en curva, y el balanceo de la carrocería es casi inapreciable. El conjunto de suspensión, McPherson en el eje delantero y Multilink en el trasero, ofrece un calibrado firme cuando se realiza una conducción impetuosa, pero resulta demasiado duro al pasar por una superficie en mal estado o badenes de altura considerable.

Sin embargo, la conducción en carretera ha resultado muy confortable debido, en gran medida, a una muy buena insonorización del habitáculo y una dirección precisa y directa a pesar de su orientación al confort.

Para un estilo de conducción un poco más dinámico, es posible poner la palanca de cambio en el modo manual, lo que varían levemente algunos parámetros como la sensibilidad del pedal del acelerador y la dirección.

Únicamente hemos echado en falta una respuesta más enérgica en el motor, pero es el precio que hay que pagar por tener el crossover que menos consume en el mercado.