Jaguar F-Pace SVR: 550 caballos para el SUV compacto británico

Cuando Jaguar presentó el F-Pace, la opinión fue unánime: era un modelo realmente atractivo que se ganó las alabanzas de todo el sector y además, logró el 'World Car of the Year' en 2017, así como el premio al mejor diseño. Aún así, al SUV compacto británico le faltaba algo para poder plantar cara a sus máximos rivales, cuyas versiones superan, en ocasiones, los 500 caballos.

Una situación que ha cambiado por completo con la presentación del nuevo Jaguar F-Pace SVR, la versión más potente y deportiva de la gama, dispuesta a rivalizar con modelos como el Alfa Romeo Stelvio QV de 510 caballos o el Porsche Macan Turbo con el paquete Performance de 440 caballos. Para ello, ha recurrido al conocido V8 5.0 compresor de la marca, que rinde 550 caballos y 680 Newton metro de par.

Esta versión superpotenciada del Jaguar F-Pace ha sido desarrollado por la división Special Vehicle Operations –SVO– de Jaguar Land Rover, que ha realizado una transformación muy importante de sus características. El comportamiento se ha vuelto más deportivo gracias a una nueva suspensión, cuyos amortiguadores son un 30% más rígidos delante y 10% detrás. Igualmente monta nuevas barras estabilizadoras que reducen el balanceo de la carrocería en un 5%, junto a un diferencial trasero activo de control electrónico.

Los frenos también son ahota más grandes, más adecuados para detener un vehículo capaz de llegar a los 100 kilómetros/hora desde parado en 4,3 segundos o de rodar a 283 kilómetros/hora. Emplean discos de 395 milímetros delante con pinzas de cuatro pistones, mientras que las ruedas traseras recurren a discos de 396 milímetros con pinzas de un solo pistón. Frenos que se pueden apreciar a través de las llantas de aleación de 21 pulgadas –hay unas de 22 pulgadas en opción–.

Para poder administrar tanta potencia, el Jaguar F-Pace SVR incorpora tracción total con sistema Intelligent Driveline Dynamics –reparto vectorial de par–, una dirección de asistencia eléctrica variable y varios modos de conducción, entre los que destacan dos modos enfocados a la circulación fuera del asfalto: All Surface Progress Control y Adaptive Surface Response.

Todos los sistemas electrónicos de asistencia a la conducción se han reprogramado con el objetivo de adaptar sus funciones a las nuevas exigencias como ocurre, por ejemplo, con el modo Engaging Dynamic, que realiza los cambios de marcha mucho más rápido y mejora la respuesta de la dirección.

Su carrocería, como cabe esperar, luce un nuevo estudio aerodinámico. El frontal recibe un nuevo paragolpes con entradas de aire más grandes y es más cercano al suelo. El paragolpes trasero también es nuevo, con los terminales de la línea de escape colocados dos a dos –escape que además incorpora válvulas activas para el sonido–, un nuevo difusor y dos salidas de aire bajo los pilotos. También se han montado nuevas taloneras y un pequeño alerón sobre la luneta trasera.

Para el habitáculo, el tratamiento es similar al exterior. Hay nuevos asientos Performance tapizados con guateado de rombos. Se ha sustituido el selector emergente para el cambio por otro más convencional, pero también más deportivo, junto a unas levas en el volante de aluminio. El cuadro de mandos es digital, con 12,3 pulgadas y la pantalla central alcanza las 10 pulgadas. Además, hay cuatro tonalidades para elegir: Red/Jet, Light Oyster/Jet, Sienta Tan/Jet y Jet en solitario con pespuntes en Light Oyster.

Los pedidos del nuevo Jaguar F-Pace SVR se abrirán en mayo de 2018, cuando está previsto que se hagan públicos los precios.

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