Infiniti Q50 Hybrid 2018: avanzadilla de una gama Eco

Infiniti trabaja en una nueva gama de productos con clara orientación Eco, con el inminente motor de gasolina y compresión variable VC-Turbo como primer exponente destacado. De hecho, para 2021 han anunciado un calendario de novedades 100% electrificado, esto es, con cierto grado de hibridación todos sus nuevos modelos. Algunos de ellos serán eléctricos puros, otros serán eléctricos de autonomía extendida mediante motor de combustión y otros optarán por una hibridación más tradicional.

VC-Turbo

De momento, son los híbridos no enchufables los que cuentan con más clientela y, en el caso de Infiniti, el único actualmente disponible en su gama es el Q50 Hybrid, que se actualizó en febrero de 2018 y busca ser alternativa a modelos como el Lexus IS 300h o el renovado BMW 330e. Por eso lo elegimos para realizar un viaje desde el Centro Infiniti Valencia hasta las instalaciones de la casa nipona en Alicante, recientemente inauguradas, ahora con la gestión del grupo Marcos.

El Q50 híbrido mantiene un motor de gasolina V6 de 3.5 litros y un grupo eléctrico con batería de iones de litio, que le permiten declarar 364 caballos. Es el mismo grupo propulsor que estrenaron en 2014. Anuncian un consumo de 6,2 litros cada 100 kilómetros en ciclo medio, así como unas emisiones de dióxido de carbono de 144 gramos por kilómetro.

Nuestra montura hoy. @INFINITI_RRPP Q50 Hybrid. Una forma no tan conocida de tener un coche potente pero con etiqueta ECO... pic.twitter.com/PYq15BTuHB

— Cristóbal Rosaleny (@crosaleny) 14 de noviembre de 2018

En este 2018, el Infiniti Q50 híbrido incorporó la segunda generación del sistema de dirección adaptativa. Por tacto y asistencia raya a buena altura; no me llevó ningún tiempo de adaptación, aunque por las características del recorrido no pude experimentar su capacidad para transmitir información al conductor en momentos al límite de adherencia. En general, este coche parece transmitir con sus sensaciones que está dispuesto a cuidar sus consumos pero sin renunciar a un toque deportivo que exige su cliente. En general, transmite más sensación de agilidad que la mayoría de su competencia, también por su mapa electrónico de acelerador y por la manera en la que recibimos la potencia cuando lo pisamos. También es perfectamente correcto el tamaño y tacto de las levas situadas detrás del volante para cambiar de marchas, y lo mismo aplica al volante y los pedales.

El Q50 Hybrid está muy bien acabado, por calidad y robustez de materiales y sus ajustes. Es silencioso y apaga el motor térmico cuando va a vela, a cualquier velocidad. Echamos en falta un navegador más moderno, aunque el sistema de dos pantallas y combinación entre botones tradicionales y superficies táctiles nos resultó sencillo de manejar. Nuestra unidad no montaba el control de velocidad activo, aunque sí tuvimos que pelear un poco con el más tradicional 'cruise control' para que no bajase marcha cuando pedíamos un 'Resume' tras un tramo más lento en el que rodábamos sin él. En ese sentido, se demostró un poco menos 'inteligente' y suave que otros que hemos probado.

Antes hablábamos de Eco, y el Q50 Hybrid acredita suficiente autonomía eléctrica y cuenta con las características adecuadas para merecer la etiqueta Eco de la DGT. Durante el trayecto trabajamos en los consumos, de manera que, siempre al límite de las velocidades legales, marcamos 7,5 litros/100 kilómetros en el ordenador de a bordo, un dato razonable para su cilindrada, su empuje y un peso en orden de marcha superior a los 1.900 kilos.

Sólo se podrá optar al modelo con el acabado Sport, cuyo precio parte de los 40.800 euros. La lista de equipamiento destaca por elementos como el avisador acústico de peatón, la asistencia al mantenimiento de carril, cámara de visión trasera o sensores de aparcamiento. Igualmente, equipa de serie una suspensión con tarado más firme que el que ofrecía en 2014, pinzas de cuatro pistones para los frenos delanteros y llantas de 19 pulgadas con neumáticos runflat.