El Gobierno no subirá el impuesto al Diesel… de momento

En el año 2018, cuando el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tomó posesión de su cargo, se programó una reforma fiscal que pretendía la equiparación de los impuestos del Diesel y la gasolina. Han sido varias las ocasiones en las que se ha intentado poner en marcha la medida, aunque de nuevo se va a aplazar. La situación económica actual y la guerra de Rusia y Ucrania son los motivos oficiales, aunque también la cercanía en el horizonte de las elecciones generales hacen al Ejecutivo retrasar las medidas más impopulares, algo que también sucede con el asunto del pago por uso de las autopistas españolas.

Una subida del impuesto al Diesel ahora mismo afectaría a muchos españoles que tienen un vehículo alimentado de este carburante en una época en la que estos ya tienen unos precios bastante elevados. Por suerte, María Jesús Montero, Ministra de Hacienda, ha confirmado en una entrevista a la Cadena Ser que "no es el momento de poner en marcha ninguna nueva fiscalidad en este sentido. Ni el contexto económico acompaña ni tendría sentido si tenemos en cuenta la bonificación de 20 céntimos que se aplica a todos los combustibles". Por tanto esta propuesta se queda fuera de los próximos Presupuestos Generales del Estado, aunque asegura que se guardan la posibilidad de "sacar más rendimiento" a los impuestos que ya forman parte del sistema tributario.

EN QUÉ CONSISTE LA REFORMA

Aunque el Gobierno no subirá el precio del Diesel a corto plazo es conveniente recordar en qué consiste esta reforma tributaria. Tiene dos vertientes: por un lado subir el gravamen a los carburantes y por el otro suprimir los privilegios fiscales que tiene el Diesel frente a la gasolina.

Hasta hace no mucho la diferencia era de 11 céntimos por litro y, para minimizarla, Hacienda quería incrementar los impuestos del Diesel en 3,8 céntimos por litro. Con ello el impuesto de hidrocarburos del gasóleo pasaría de los 30,7 céntimos por litro actuales a 34,5 céntimos por litro. Dicho de otra forma, llenar un depósito de 50 litros costaría, IVA incluido, 2,3 euros más. 

Desde el Ministerio de Hacienda comunicaron en su momento que algo así supondría una recaudación de 500 millones de euros en dos años y, aunque es una medida tremendamente impopular, se mantiene en la agenda futura del Gobierno.