Ford prevé cambios en Almussafes ante la llegada de los coches eléctricos

La digitalización es un paso obligado para los fabricantes de automóviles, pero no sólo en lo que respecta a su presencia en la red, sino a todo lo concerniente a los procesos de fabricación, organización y ventas. Un proceso que lleva tiempo, que afecta a muchos departamentos y que marcas como Ford implementarán paso a paso en sus fábricas, sobre todo ahora que llegan en masa los vehículos con motor eléctrico.

De hecho, la marca del óvalo ya ha avisado sobre cambios en la planta de Almussafes, Valencia. Para el director de fabricación de Ford España, Dionisio Campos, la transición hacia los vehículos eléctricos "acarrea ajustes que hay que tomar lo antes posible", tal y como ha apuntado durante una nueva sesión del XXVIII Seminario Étnor, que aborda los desafíos éticos para la empresa en un mundo digital.

Campos ha planeado muchos retos durante el evento, como el efecto que tendrá la robotización en el empleo, la inversión en inteligencia artificial o el manejo óptimos de los datos, pero ha apostado por adaptarse "en el momento en el que el mercado lo requiera". Y éste lo necesita ahora, de ahí que se tengan planeados muchos lanzamientos de modelos con motor híbrido y eléctrico. Dionisio ha asegurado que esta transición conlleva cambios y ajustes, y ha añadido que tomarán las decisiones lo antes posible en caso de ser necesario.

El director de fabricación de Ford España también ha hablado sobre el cambio que se fragua en la industria con las nuevas motorizaciones para reducir las emisiones: "La tecnología de combustión no se puede cambiar de la noche a la mañana. Vamos hacia el vehículo eléctrico, pero estos vehículos también tienen inconvenientes". Al mismo tiempo, ha afirmado que "vivimos una evolución de los procesos industriales pero con una velocidad de cambio mucho mayor, lo que impide tener estabilidad. Siempre ha habido datos pero no siempre los hemos aprovechado".

Sobre la robotización de las líneas de producción, Ford mantendrá los robots con los que trabaja –la planta de Almussafes cuenta con ellos desde la década de los 50– mientras sean econòmicamente viables. De hecho, es una de las fábricas más robotizadas de Europa y en la última reforma se instalaron 1.000 nuevos robots y se contrataron a 3.000 empleados. "Los robots vienen a ayudar a ser más competitivos. No quitan trabajos, pero sí los transforman", ha apuntado Campos.

La planta valenciana tiene robots que asiste en trabajos repetitivos o donde una ser humano no puede llegar. "Hay que ser pioneros en la implementación de esos elementos tanto para servicios como producción", ha defendido Campos. "En estos momentos son herramientas de ayuda al trabajador. La tarea del operario está evolucionando, ha de cambiar hacia más creatividad y coordinación, con nuevas capacidades. Las tareas repetitivas van a ser cosa de robots, lo hacen mejor que los seres humanos. Y las organizaciones irán cambiando, el operado tendrá que tomar decisiones, habrá menos cargos intermedios y los operarios serán más decisivos".