Ford quiere construir sus coches con bambú

Sin embargo, en el Centro de Investigación e Ingeniería de Ford en Nanjing, se han dado cuenta de que, quizás, el material más asombroso y propicio para la fabricación de automóviles haya crecido en la naturaleza todo este tiempo.

El bambú es, para la marca estadounidense, "el ingrediente" de los coches del futuro, y asegura que algunas superficies del interior de nuestros coches se podrán construir pronto a base de una combinación de plástico y esta planta para crear componentes fuertes y flexibles.

Janet Yin, uno de los supervisores de ingeniería de materiales en dicho centro, está maravillado con las virtudes del bambú: "es fuerte, es flexible, totalmente renovable y sumamente abundante en China y en muchas otras partes de Asia".

Los beneficios de esta gramínea –una de las familias botánicas más extensas del mundo– los conoce el hombre desde hace milenios. En la edificación, es uno de los materiales que mejor resiste la tracción y llega a rivalizar con algunos metales pero, a diferencia de estos, el bambú alcanza su madurez en poco más de dos años, por lo que se regenera de forma fácil.

Recientemente, Ford Motor Company ha trabajado intensamente con algunos proveedores para evaluar la viabilidad del uso de esta planta, a priori, en el interior de sus vehículos, para descubrir que se comporta mucho mejor que otras fibras sintéticas en las diferentes pruebas de resistencia a las que se les somete. Se ha llegado a calentar a más de 100 grados centígrados y, también sometido a esa temperatura, puede mantener su integridad.

Mientras las últimas pruebas con este prodigioso material continúan, Ford ya hace uso de componentes sostenibles. De hecho, la marca ha anunciado recientemente su colaboración con la marca de tequila José Cuervo para explorar el uso del subproducto que origina la planta de agave, capaz de crear una especie de bioplástico si se le aplican los debidos tratamientos.

En esta línea, Ford ya hace uso de varios componentes de los llamados ecológicamente responsables como es el caso del kenaf –una planta tropical similar al algodón, aplicada en los cojinetes de las puertas del Escape, el Kuga americano–, el Repreve –un tejido fabricado con botellas de plástico recicladas introducido en la nueva F-150– o las fibras de celulosa –empleadas en los reposabrazos del Lincoln MKX–.

¿Es el bambú el material del futuro?