Ferruccio Lamborghini, el hombre que desafió a Ferrari

El 7 de mayo de 1973, Ferruccio Lamborghini creó Automobili Lamborghini. Meses después, en el Salón de Turín, presentó su primer deportivo, el 350 GT, que llamó la atención a pesar de que los especialistas se mostrasen escépticos, pues dudaban de la capacidad de un 'tractorista' para fabricar deportivos y mucho menos para rivalizar con Ferrari.

Ferruccio era obstinado y también un emprendedor inteligente. Sus tractores comenzaron naciendo de material de guerra sobrante. Ello le proporcionó el dinero suficiente para comprarse un Ferrari 250 GT, que usaba cada día.

Los Ferrari eran delicados. Exigían mucho mantenimiento y el uso diario que le daba el industrial le obligaba a pasar continuas y costosas revisiones, lo que le llevó a enfrentarse al 'Grande Vecchio'.

La decisión de 'cantarle las 40' a Enzo la tomó –dice la leyenda– el día que comprobó que el embrague de su Ferrari era de la misma tecnología que el que montaba en sus tractores. Dicen que Ferruccio, indignado, le espetó: . "¡Gasto una fortuna en un coche hecho con mis piezas!". Y Enzo no dudó en responder casi con desprecio: "El coche va muy bien. El problema es que sólo eres capaz de conducir tractores y no el Ferrari". Otros señalan que Enzo, conocedor de las quejas de Ferruccio, ni se dignó a recibirle.

Ferruccio tomó su decisión. No había pensado nunca en hacerse constructor de automóviles, pero la decisión de dar el paso, pese a sus intereses en la fábrica de tractores y otra de quemadores de nafta y acondicionadores que se convirtió en la marca de referencia, estaba dada

Lamborghini era un empresario que sabía delegar. Y, sobre todo, sabía que debía contar con los mejores. Conocedor de que Ferrari atravesaba momentos difíciles no dudó en hacerse con alguno de sus mejores ingenieros: Giotto Bizarrini, GianPaolo Dallara, paolo Stanzado y Franco Scaglione.

Una vez tuvo el equipo se limitó a encargarles 'el mejor coche que podáis imaginar'. Apenas seis meses después, el 350 GT estaba listo para presentarse en el Salón de Turín, con un motor V12 de 3.5 litros.

Para la marca hacía falta un emblema. Lamborghini eligió un toro bravo. No están claras las razones. Parece que amaba la tauromaquia y por ello la mayor parte de sus modelos han llevado nombres de toros bravos españoles. Otros señalaban que era una provocación al crear la batalla entre el toro y el caballo –por el 'cavallino rampante' de Ferrari–. No en vano había construido su fábrica en Sant'Agata Bolognese, no lejos de la sede de Ferrari. Otros señalan que lo elgió simplemente porque él era Tauro.

En 1964 comenzó las entregas de los 350 GT, del que hizo 120 ejemplares, antes de incorporar un motor más potente, de 4.0 litros, y denominarlo 400 GT, del que hubo una variante 2+2 plazas, el GT4.

Todo esto antes de que el Miura rompiera todos los cánones. Dallara y Stanzani eran jóvenes amantes de la competición. Ferruccio detestaba las carreras. Pero la idea de un deportivo rompedor que le separase de lo establecido, es decir con el motor delantero, le tentó. Les dejó hacer el chasis, que mostraron en el Salón de Turín de 1965 y el propio Nuccio Bertone, al verlo, dijo claramente: "soy el único que puede vestir este chasis".

Fue la salvación de Lamborghini. Touring, que hacía la carrocerías del 400 GT, cerraba sus puertas. Pinifarina, Zagato y Scaglietti estaban muy vinculados a Ferrari y Maserati. Bertone era en cierta forma el último cartucho.

En marzo de 1966, el Miura estaba a punto para presentarse en el Salón de Ginebra. A partir de ese momento, Lamborghini dejo de ser un buen fabricante de deportivos para convertirse en un mito, pese al augurio de Enzo Ferrari: "No nos hará daño. No creo que se vendan más de 50"…. pero vendieron 750. Y esto le ha permitido sobrevivir en los momentos difíciles.