Ferrari, demandada por la familia McQueen

El California 'The McQueen' tenía el mismo color que portaba el Ferrari 250 GT Berlinetta Lusso de 1963 que pertenecía al famoso actor, tras ser regalado por su esposa. Y es que Steve McQueen, reconocido amante de motos y coches, era un apasionado de Porsche, pero no desdeñaba a los deportivos italianos de Maranello.

Sin embargo, esa edición especial ha causado una disputa judicial por el uso del apellido del actor. Lo curioso es que el mismo Chad McQueen, hijo de Steve, había estado en Maranello en 2011 solo para conocer a la junta y discutir un posible modelo especial con el nombre del famoso actor. Aquello quedó en nada. Pero la sorpresa fue cuando en 2017 se enteraron de que "sin ninguna autorización o notificación, Ferrari comenzó a vender una edición especial llamada 'The McQueen', según se puede leer en la demanda.

"Aunque Ferrari ha cambiado el nombre del coche en cuestión 'The Actor', Ferrari continúa refiriéndose explícitamente a Steve McQueen en la página web dedicada y no puede haber una pregunta razonable sobre a qué "actor" Ferrari se está refiriendo”, sostienen. Obviamente, el modelo es el mismo que entonces, y sólo se ha modificado con premura la denominación.

La marca McQueen les asegura a los herederos de Steve ganancias de compañías como Ford, que lo explotaron, por ejemplo, para el nuevo Mustang Bullit, también a través de testimonios excepcionales como la sobrina Molly McQueen, y otras promociones que siguen generando jugosos réditos a los familiares, que no quieren perder de ninguna de las maneras. Curiosamente, Porsche no tiene grandes promociones relacionadas con quien fue un envidiable embajador de la marca.

Pero, ¿qué pasó con Ferrari? O no hubo contactos, o no se llegó a un acuerdo, o simplemente los abogados de la compañía resolvieron que el uso del nombre era libre y legal. Lo que es seguro es que los McQueen ya han hecho los cálculos: por infracción de marca, falso reconocimiento y la apropiación indebida del derecho de publicidad, la familia de Steve pide un millón de dólares por daños y dos millones para la explotación de la marca, es decir, un total de 3 millones de dólares, 2,583 millones de euros. La resolución no será fácil, si Ferrari no se aquieta sin más al pago.

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