Fairlady X: un Nissan Z mutado a SUV que jamás llegará a producción

SUV, esas siglas que no deben ser mentadas en presencia de un aficionado al automóvil y que se van extendiendo como una sombra por cada uno de los sectores de este mundillo. Si además éstas están aplicadas a un nombre o marca que siempre ha evocado deportividad, este hecho puede alcanzar las cotas de sacrilegio para algunos.

El Fairlady X de estas imágenes, nos apresuramos a decir, no se trata del prototipo de un modelo venidero ni verá la luz de producción en ningún momento, pues se trata de un ejercicio de diseño realizado por los estudiantes de la Academia Técnica de Nissan de la ciudad de Kyoto, en Japón.

El catalizador de este proyecto fue presentar a sus integrantes la premisa de ''Cómo sería el automóvil ideal para la generación de sus padres, hombres de entre 50 y 60 años''. En esta tesitura y según comenta uno de los alumnos participantes, ''nuestros padres siempre han sido fanáticos del Z, pero siendo ahora padres de familia no pueden conducir un biplaza, por ello se nos ocurrió la idea del Fairlady Z en formato SUV".

Los propios estudiantes declaran: ''Este es un vehículo que hemos imaginado y construido con nuestras manos". Para hacerlo, han extraído varios elementos del último deportivo de la marca, miembro de la icónica saga 'Z', el 400Z —que no veremos en suelo europeo—, como todo el 'Frontend' con una parrilla aún más extendida hacia abajo debido a su mayor altura al suelo. El capó está acabado en su zona central interna en negro, algo que acentúa su carácter deportivo.

El perfil lateral no oculta su cometido de SUV, con  un techo contrastado en el mismo color negro y cuatro puertas auténticas, con tiradores enrasados en la superficie y extraídos del GT-R. Estas presentan un acabado inferior también en negro siguiendo el estilo estético 'sport' que los estudiantes quieren otorgarle.

La parte trasera también toma elementos del 400Z, como las ópticas y el acabado en negro mate entre las mismas, pero en esta ocasión el acabado se extiende por todo el portón. Un detalle curioso es que preserva el pequeño spoiler sobre los faros que aún conserva las siglas 'Fairlady Z' de la versión coupé. El difusor desaparece para dar paso a un paragolpes convencional con, eso sí, dos salidas de escape a priori reales.

El habitáculo también toma elementos prestados del Z, siendo el volante el más representativo. Los asientos han sido reemplazados por unos Recaro mientras que el resto de los acabados se han conservado respecto al al modelo del que deriva, el Nissan Murano de tercera generación MY2014.

Y es que esa es la base de todo este trabajo, el SUV Nissan Murano, actualmente en su tercera generación. La longitud se ha reducido en al menos 25 centímetros para acomodar el capó y la parrilla del último deportivo de la marca, mientras que la mecánica, aun sin confirmar de manera oficial, se reduce a dos posibilidades: un V6 de 3.5 litros y unos 250 caballos o un cuatro cilindros híbrido convencional con una potencia combinada de 253 caballos. La transmisión es automática de seis relaciones.

Como es obvio en un caso como el que nos ocupa, no entra en los planes de Nissan llevar a producción este concepto ni ninguno derivado del mismo. No obstante, sus creadores sí planean homologarlo y matricularlo para llevarlo así por sus propios medios a los eventos en que se exhiba.