Europa acusa a BMW, Daimler y Grupo Volkswagen de frenar el desarrollo de tecnologías 'verdes'

La acusación que llega desde Bruselas afecta a los vehículos tanto de gasolina como Diesel de entre los años 2006 y 2014. Según Margrethe Vestager, la comisaria de Competencia, la Unión Europea permite todo tipo de pactos entre empresas para mejorar la calidad de sus productos, pero no un acuerdo que signifique justo lo contrario, no competir.

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La investigación contra BMW, Daimler y el Grupo Volkswagen comenzó en septiembre de 2018, aunque no ha sido hasta este viernes cuando se han presentado los cargos correspondientes. De momento hablamos de conclusiones preliminares, que indican que los tres gigantes alemanes formaron parte de un 'esquema colusivo' ilegal que tuvo como objetivo en todo momento limitar el avance de las tecnologías de reducción de emisiones para los vehículos de pasajeros que se iban a vender en el Espacio Económico Europeo.

Las investigaciones apuntan a que fueron dos los sistemas de reducción de emisiones los afectados, lo que provocó que los consumidores no tuvieran la opción de comprar coches más limpios a pesar de que la tecnología para ello estuviese desarrollada. Desde Bruselas se cree que estas tres empresas se han coordinado para para empeorar la efectividad de los sistemas de reducción catalítica selectiva, conocidos como SCR y que sirven para reducir la emisión de óxidos de nitrógeno, y para retrasar o, en el peor de los casos, evitar la introducción de filtros de partículas en los motores de gasolina.

Una vez que BMW, Daimler y el Grupo Volkswagen han recibido los cargos, el proceso queda a la espera de la defensa que puedan hacer los fabricantes. En el caso de que ésta no prospere, la multa que se prevé puede llegar a ser del 10% de sus ingresos globales. No obstante, las autoridades recuerdan que el envío de este pliego de cargos no significa nada aún, pues éste no tiene como misión prejuzgar el resultado final de la investigación en curso.

ASÍ HAN REACCIONADO LOS TRES FABRICANTES

BMW, Daimler y el Grupo Volkswagen ya han reaccionado ante las acusaciones de la Comisión Europea. Los primeros, por ejemplo, aseguran que examinarán detenidamente el pliego de hechos recibido para dar contestación con la máxima autoridad posible. No obstante, ha provisionado una cantidad de más de 1.000 millones de euros para cubrirse ante una posible multa, lo que tendrá un impacto negativo en sus resultados del primer trimestre del presente ejercicio. Eso sí, BMW no pierde la oportunidad de asegurar que "no hay evidencia de acuerdos sobre el uso de dispositivo de derrota de emisiones ilegales".

El Grupo Volkswagen también ha afirmado que va a estudiar la teoría de la Comisión Europea, no sin antes recalcar que este tipo de prácticas cooperativas es algo que se da habitualmente en la industria de la automoción. Daimler, por su parte, ha adoptado una posición algo más agresiva que la de sus compatriotas al considerar que no hay opciones de que finalmente se les imponga una multa.