En tiempos de coronavirus, las marcas alemanas llaman a Merkel

El objeto de la conversación, que se produjo este miércoles, era explorar distintos modos de reanudar la actividad en las fábricas. Se han conjurado para aplicar nuevos y más estrictos protocolos de seguridad para salvaguardar a los trabajadores, aunque es posible que las soluciones tengan que adaptarse a las circunstancias de cada lugar.

En la llamada participaron altos cargos del Grupo Volkswagen, el Grupo BMW y Daimler, pero también representantes del sindicato metalúrgico IG Metall, según ha informado este jueves el periódico Handelsblatt.

Los fabricantes estaban muy preocupados por las potenciales interrupciones en la cadena de suministros, que suponen una amenaza para su modelo.

En declaraciones a la agencia Reuters, una fuente anónima de Volkswagen ha dicho que las marcas discutieron formas de reanudar la actividad en las fábricas cuando haya pasado la peor fase de la pandemia. Coincidieron en que era necesario dar con una solución válida para todo el continente europeo.

"No ayudaría que un país siguiera adelante mientras todo permanece paralizado en Italia o en España", dijo ese miembro de Volkswagen, que remarcaba que esa circunstancia pondría en peligro la cadena de suministros.

De la llamada con Angela Merkel salió una conclusión: crear un grupo de trabajo para desarrollar nuevas medidas precautorias para garantizar la salud de los empleados cuando se reabran las fábricas. Eso incluye vestimenta especial, pero también distanciamiento social y desinfección de los espacios. El grupo de trabajo estará formado por la industria, el gobierno alemán y el Instituto Robert Koch, especializado en enfermedades infecciosas.

El reto es doble, pues a la parálisis de la producción se le debe añadir el hecho de que la demanda de nuevos coches se desplomará si se entra en una nueva recesión. En España, las ventas se han desplomado un 70% en marzo y las patronales calculan que pueden llegar al 90% si los concesionarios siguen cerrados en abril y mayo. Creen, sin embargo, que una rápida intervención de la economía permitiría mitigar los efectos.

Volkswagen y BMW ya han anunciado que prolongan el cierre de sus fábricas alemanas hasta el 19 de abril.