El hidrógeno ya rueda en Le Mans

Lo han confirmado en Le Mans tanto Pierre Fillon, presidente del ACO, como Cristophe Ricard, presidente de Green GT, la iniciativa creada para llevar un coche a hidrógeno en Le Mans y que en su día no llegó a tiempo para ocupar el Garaje 56. Desde hace un par de años ambas entidades han unido sus fuerzas en Mission H24.

Un stand en la zona más visible para el público sirve para dejar bien claro el esfuerzo y la voluntad de llevar a buen puerto la iniciativa.

El coche ‘fuel cell’ ha efectuado ya algunas demostraciones en Le Mans, pero este año está compitiendo. No en las 24 Horas, sino en la Le Mans Cup, una categoría de apoyo reservada a coches LMP3 y GT, con objeto de ir adquiriendo experiencia. Su ‘bautismo’ de fuego fue en la prueba de la Le Mans Cup en Imola y ahora ha disputado su segunda carrera este fin de semana en Le Mans.

El coche no es todavía muy rápido. Sus tiempos están muy lejos de los LMP3 e incluso de los GT. Con un mejor crono de 4’12”, debe ganar más de doce segundos para alcanzar los mejores tiempos de los GT ‘de cola’ de las 24 Horas y entre 20 y 25 segundos para rodar en el pelotón de LMP3.

Es cierto, el objetivo de la futura categoría ‘hidrógeno’ no es rodar en cronos de LMH o LMDh, ni siquiera de LMP2, sino de estar al menos con los GT. Y otro detalle, la ‘pila de combustible’ y el depósito de hidrógeno son pesados y elevan mucho el peso de este prototipo –es el segundo realizado– que parte de un LMP3 de hace tres años.

Durante los ensayos, se hizo una tentativa de récord de velocidad máxima. Se pensaba poder alcanzar los 300 kilómetros/hora. Se quedó en algo menos, 292,8 kilómetros/hora, posiblemente porque los neumáticos acusaron la baja de temperatura y el inicio de la lluvia.

En la primera carrera de Le Mans, a 12 vueltas, no pudo completarla –su autonomía está cerca, pero no es suficiente todavía–, pero habría acabado doblado.

En dos años, cara a 2024, se puede avanzar bastante. Y, sin duda, correr en Le Mans debe ayudar.