DS Tiburón: 65 años de un coche revolucionario

El Salón de París de 1955 tuvo un protagonista destacado por encima del resto, el DS Tiburón, cuyo nombre real fue Citroën DS. De diseño rompedor y con tecnología muy avanzada para la época nació dispuesto a convertirse en una referencia. Y lo consiguió, ¡vaya que si lo consiguió!

Dicen los datos de la marca que el día de su presentación se cerraron nada más y nada menos que 12.000 pedidos. Cada una de estas unidades, y de todas las que se vendieron después, tiene dos padres principalmente, el ingeniero André Lefèvre y el diseñador y escultor Flaminio Bertoni. Buscaron crear un vehículo llamativo y tecnológico sin dejar de lado el confort de los ocupantes.

Su exterior fue, es y será siempre diferente. Detalles como las ruedas traseras carenadas o las ventanillas sin marco fueron sus firmas más reconocibles. También su cuadro de instrumentos, puesto que el conductor tiene la opción de acceder a todos los mandos sin soltar el volante.

En cuanto a su tecnología, el DS Tiburón destacaba por la presencia de un suspensión hidroneumática que reemplazaba los tradicionales muelles de amortiguación por unas esferas cuya parte superior contenía nitrógeno, lo que aseguraba la flexibilidad del sistema. Por su parte, la dirección asistida también supuso un considerable paso adelante respecto a lo visto hasta entonces.

Los frenos del DS Tiburón eran de disco, una solución que no empezó a llegar en masa a la industria hasta la década de los '60. También hay que acordarse de su caja de cambios hidráulica. Se accionaba a través de una pequeña palanca situada en la parte superior de la columna de dirección, y permitía pasar las cuatro velocidades y la marcha atrás con movimientos muy cortos. La ausencia de pedal de embrague aumentaba el confort en marcha mientras que la hidráulica permitía el cambio de velocidad con suavidad.

La historia de éxito del DS Tiburón llegó a su fin en el año 1975, momento en el que Citroën dejó de producirlo. A partir de entonces se convirtió en mito, un mito que en 2020 cumple 65 años. Felicidades.