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El cambio en la concesión de la etiqueta ECO no es inminente

26/03/2019 09:14

La DGT tiene previsto revisar la concesión de la etiqueta ECO ante la proliferación de modelos de muy altas prestaciones que la obtienen al aprovechar que la normativa se basa en la tecnología de los vehículos, y no en su desempeño a efectos prácticos.

Hace un tiempo Toyota alzaba la voz al destapar una realidad bastante evidente. La etiqueta ECO de la DGT la lucen modelos que no deberían. La bala de los japoneses iba claramente contra la microhibridación, que tan de moda está. Se trata de una solución que han adoptado fabricantes como Audi o Mercedes -entre otros- gracias a la cual algunos de sus modelos más potentes son catalogados de esta forma sin ser vehículos realmente ecológicos. Estos sistemas microhíbridos son un simple apoyo para que el propulsor térmico consuma y emita algo menos, pero nada más. Por ejemplo, Audi cifra en una media de 0,7 litros a los 100 kilómetros el ahorro de carburante que se produce gracias a esta tecnología.

La DGT se ha dado cuenta por fin de todo esto y tiene previsto estudiar una revisión de la concesión de la etiqueta ECO para que la luzcan sólo los vehículos que realmente la merecen. Se acabó eso de 'hecha la ley, hecha la trampa'. Aunque a día de hoy ningún fabricante ha hecho trampas, sino que simplemente se ha aprovechado una laguna de la normativa como si de la Fórmula 1 se tratase.

Ante esta situación, fuentes de la DGT afirman que "está previsto crear un grupo de trabajo compuesto por expertos en la materia, con la finalidad de analizar casos concretos y definir la evolución de la clasificación. Esta evolución de la clasificación tendrá en cuenta la normativa europea, la armonización con las clasificaciones establecidos en otros países de la Unión Europea y la evolución de las tecnologías".

De esta forma, la DGT deja caer que va a actuar contra todos esos modelos que hoy en día se consideran ECO pero cuya tecnología no asegura a efectos prácticos que sean vehículos ecológicos. De hecho, los fabricantes piensan que se ha de hacer una distinción en función de las emisiones contaminantes de cada unidad, y no llevar a cabo una discriminación por combustible. Existen a día de hoy, por ejemplo, vehículos Diesel que emiten menos CO2 y NOx que otros de gasolina, mientras que resulta totalmente imposible controlar en qué modo de conducción funcionan los híbridos enchufables, que tienen derecho a la etiqueta Cero.

En cualquier caso, un cambio en el etiquetado de los vehículos se producirá siempre a medio plazo, ya que las autoridades consideran que todavía es un método que ha de consolidarse. Según Anfac, la asociación de fabricantes, un cambio en este sentido que se produzca antes de tiempo sólo servirá para generar dudas entre los clientes, lo que podría derivar en una mayor indecisión a la hora de comprar.