Dakar 2023: Rosa Romero mantiene el pabellón de la familia Roma

“Mi decimoprimera edición va a ser dura, porque será el primer año que estaré yo allí y no estará Nani. Al final de etapa siempre nos juntábamos, comentábamos la jugada, me daba algunos consejos y pasábamos un rato juntos. Para mí, va a ser un poco triste en este sentido. Pero, por otra parte, estoy súper contenta de poder volver a competir, que quiere decir que todo va a mejor y eso es una buena señal”, ha dicho Rosa, que ha prometido llamar a casa cada tarde para explicar las novedades.

A buen seguro, Nani sufrirá lo suyo desde aquí. Cuando ambos corrían, Nani apenas tenía tiempo de preocuparse por Rosa, aunque siempre se ocupó de que tuviera un buen mochilero que le ayudara. Sólo al final de etapa la buscaba, pero mientras estaba en carrera la mente estaba puesta en competir. Pero sin correr, las sensaciones seguro que son diferentes.

Rosa confía mucho en este Dakar. “Este año quiero disfrutar de las aventuras con la persona que tendré al lado. Pedro Peñate conoce la carrera y la entiende igual que yo, cuando sabes que vas a pasar 1000 horas, que te van a pasar 1000 aventuras y que este año va a ser un Dakar más complicado que el del año pasado, lo principal es compartirlo con alguien que tiene el mismo objetivo que tú”. Los dos, Pedro y Rosa, se conocen desde hace tiempo, ambos eran rivales en moto.

Los dos están convencidos de que llegan “mucho mejor preparados, a nivel de conducción, de coche y de navegación. La clave será evitar problemas mecánicos y navegar bien en las etapas de arena; de hacerlo, creo que terminaremos en una buena posición”.

Para Rosa, defender los valores de la organización ‘Pequeño Valiente —en favor de los niños con cáncer— será algo emocionante, porque Nani no disputa este Dakar precisamente a causa de un cáncer de próstata, felizmente superado pero aún no en plena forma física para afrontar la prueba.