Los cortes de carreteras por las protestas de agricultores y ganaderos superan las expectativas

El movimiento en redes sociales, Whatsapp y Telegram ha sido fundamental para que las protestas de hoy hayan alcanzado tal calado. Los trabajadores han salido a las carreteras con el objetivo de reclamar precios justos para sus producciones, más control de las importaciones de fuera de la Unión Europea y menos burocracia.

Las protestas de hoy se esperaban debido a la labor de grupos que operan al margen de las manifestaciones convocadas desde el jueves que viene por las organizaciones agrarias. La sorpresa es que hayan alcanzado tal nivel. No obstante, más allá de la detención de una persona por enfrentarse a un policía no se han registrado incidentes de altura.

El movimiento ha provocado retenciones en Castilla-La Mancha, Castilla y León, La Rioja, Cataluña, Andalucía, Madrid y la Comunidad Valenciana. Y no sólo en las carreteras, sino que también se han bloqueado accesos como el del puerto de Málaga, el de Mercazaragoza o el de Mercaolid, que es el mercado mayorista más importante de Castilla y León. Y todo bajo un lema tan claro como contundente: "Nuestro final será vuestra hambre".

Los cortes más importantes se han producido en carreteras como la A-1, la A-2, la A-4, la A-5, la A-6, la A-92, la A-42, la A-66, la A-50, la A-62 y la A-30.

A pesar de estos movimientos la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores –Asaja–, Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos –COAG– y Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos –UPA–, mantienen las manifestaciones previstas por todo el país durante las próximas semanas tras la infructuosa reunión llevada a cabo con Luis Planas, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, hace unos días. "El sector va a estar en la calle la semana que viene y durante todo el mes para reivindicar nuestros puestos de trabajo, nuestra profesión y reivindicando esta agricultura que hemos hecho siempre y bien y ahora no nos dejan hacerla", declaró el vicepresidente de Asaja, José Manuel Cebollada.