BYD Fuel Challenge - Parte I: 1.000 kilómetros sin repostar con un SUV de 4,77 metros, pero ¿no fabricaba BYD solo coches eléctricos?

YA ASENTADA EN ESPAÑA

La marca lleva más de un año en España, y se ha convertido en muy popular entre los coches eléctricos. Sus ventas están a punto de sobrepasar las mil unidades al mes –doce mil al año–, y en la gama tenemos de todo: desde el pequeño Dolphin, pasando por el SUV Atto 3 hasta las berlinas Seal y Han, además de este nuevo contendiente: el Seal U, un SUV familiar de 4,77 metros de atractivo diseño que seguramente es su mejor coche para el mercado español. Y la marca lo sabe, por eso, además de la versión eléctrica con autonomías de 420 o 500 kilómetros y precios desde 41.080 euros, ha introducido un híbrido enchufable, llamado DM-i, por 'Dual Mode Intelligent' a la venta, con ofertas financieras, desde 29.990 euros.

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UNA MECÁNICA MUY COMPETITIVA

El coche homologa 1.080 kilómetros de autonomía, 80 con el modo eléctrico y 1.000 con el motor de gasolina en modo híbrido, que homologa seis litros de consumo y tiene un depósito de combustible de… 60 litros. La marca nos ha propuesto un reto: intentar superar los 1.000 kilómetros. Nosotros, que no somos muy buenos en esto de los bajos consumos, vamos a darle un uso real para ver si conseguimos llegar a esas cifras o, al menos, acercarmos. ¿Y cómo lo consigue? Vamos a verlo.

El motor gasolina es un 1.5 litros con 98 caballos de potencia, que unido a uno eléctrico de 197 caballos consiguen una potencia total de 217 caballos, y unas prestaciones de: 170 kilómetros hora de máxima –limitada– y 8,7 segundos en el 0 a 100. La parte eléctrica se alimenta de una batería de 18,3 kWh, ubicada bajo el piso y de tamaño muy reducido, como es propio en las baterías 'Blade' creadas por BYD, que empezó su sueño no como fabricante de coches, sino de baterías para móviles y ordenadores, por lo que tienen décadas de experiencia. Esta batería permite 80 kilómetros de autonomía eléctrica homologada: algo más en ciudad y algo menos en carretera. A partir de ahí, el coche se vuelve híbrido, con un consumo medio de 6 litros cada 100 kilómetros, que debería darnos para otros mil kilómetros, ya que homologa 1.080 kilómetros.

El otro punto fuerte es el precio, y es que por 29.990 euros, la tarifa recorta mucho a sus rivales europeos, como el Volkswagen Tiguan o el Skoda Kodiaq, que tienen, eso sí, más autonomía eléctrica, que no total. El BYD se ofrece por 38.590 euros, que pasan a ser 34.990 euros con las promociones actuales y 29.990 euros si nos acogemos a los 4.500 del Plan Moves, un dinero que la marca nos adelanta.

Lo que obtenemos a cambio es casi inmejorable, porque el Seal U DM-i es un verdadero "full equip con techo de cristal panorámico –abrible y con cortinilla– portón trasero eléctrico, cámaras periféricas, asiento del conductor eléctrico con función bienvenida, cuero, asientos calefactables y ventilados, head-up display y dos grandes pantallas con toda la información, con la central que podemos situar en vertical o en horizontal. El factor 'wow' sigue en la trasera con un amplio espacio que además podemos mejorar con el respaldo reclinable. Culmina con un maletero de muy fácil uso por su gran superficie, aunque el volumen del mismo sea ajustado, con 425 litros ampliables, eso sí, a 1.440 litros.

UN RETO ¿COMPLICADO O IMPOSIBLE?

El reto de los 1.000 kilómetros se pone en marcha desde la capital hasta Valencia, insistimos, en un uso normal. ¿Por qué insistimos? Vamos a explicarlo. Los consumos homologados no los proporciona la marca, sino que se miden por parte de la Unión Europea con un recorrido simulado igual para todos los coches, es lo que se llama WLTP –o 'Worldwide Light Vehicle Test Procedure'–. En resumen: todos los coches se miden simulando un uso real en el que se va muy despacio y, sobre todo, por ciudad, lo que hace que los híbridos tengan consumos asombrosos. ¿Una 'mentirijilla'? No exactamente, porque nos sirve para comparar entre todos los coches medidos con este sistema. Es decir, si un coche consume más en este protocolo, también consumirá más que sus rivales en uso real.

En el caso del BYD, el consumo homologado es de 6 litros de promedio una vez agotada la batería, y nuestra experiencia general es que, con nuestra conducción, estaremos entre un 15% y un 20% por encima. Es decir, entre 6,6 y 7,2 litros cada 100 kilómetros. Eso sí, como no nos gusta perder en los retos, aquí vamos a conducir superfinos, con aceleraciones suaves, mucha progresividad y el modo Eco en marcha. ¿Conseguiremos nuestros mil kilómetros?

PARTE 1: BIEN, PERO TENEMOS QUE MEJORAR

El primer trayecto es de Madrid a Valencia, con fuerte lluvia, viento, noche y frío, así que calefacción en volante, asientos y luces funcionan a tope. Vamos por debajo del límite de la vía y llegamos a casa con 393 kilómetros recorridos, 529 kilómetros de reserva de gasolina y 43 kilómetros en la parte eléctrica, que suman 965 kilómetros totales, casi un 5% por debajo de nuestro objetivo de 1.000 kilómetros. ¿Lo conseguiremos? Tendrás que esperar a la parte 2 de este reto para descubrirlo.