BMW lanzará un X5 'Fuel Cell' en 2025

Ya el pasado año, en el Salón de Frankfurt, se presentó el BMW i Hydrogen NEXT, ya basado en un X5. Éste era considerado el vehículo de desarrollo para esta tecnología. La intención era comenzar a comercializar una versión de serie en 2022. La fecha se habría retrasado, posiblemente por efecto de la COVID-19, que ha retrasado muchos proyectos y sobre todo ha obligado a revistar el ‘timing’ de inversiones dado que los resultados financieros de 2020 serán sin duda malos y quizás no se recuperen lo necesario de cara a 2021.

No será el primer vehículo a hidrógeno que fabrica BMW. Hace unos años realizó un BMW 750h, la gran berlina de representación de la marca en aquel momento, que utilizaba hidrógeno líquido para alimentar el motor V12 de 5 litros.

Se trataba de un motor térmico, pero libre de emisiones de CO2, aunque no de NOx –ya que el nitrógeno se encuentra en el aire, no en el combustible–, del que se realizaron un centenar de ejemplares, la mayor parte para la flota de representación de la marca, que llegó a tener una ‘hidrogenera’ junto a su sede en Munich.

Esta vez se tratará de tecnología fuel cell, la pila de combustible, desarrollada conjuntamente con Toyota. Los japoneses ya tienen experiencia en este campo, puesto que comercializa desde hace unos años un modelo con este tecnología, el Mirai.

Antes de comercializar este X5h, es posible que BMW haga alguna pequeña serie de algún modelo a hidrógeno, como pruebas.

Oliver Zipse, CEO de BMW, cree que el hidrógeno "tiene el potencial para ser uno de los pilares de la oferta BMW". 

El anuncio de BMW llega con el repunte de interés por parte de la industria automovilística europea por usar el hidrógeno como combustible. Ello permitiría hacer coches mucho más ligeros que los eléctricos a baterías y sobre todo reduciría la dependencia de éstas con los problemas que tienen.

La UE impulsa este cambio –o duplicidad– de tecnologías para los eléctricos. La razón es limitar la dependencia de metales y elementos raros imprescindibles por ahora en las baterías y de los que las reservas están en países geopolíticamente expuestos a revueltas o que pueden usarlos como elemento de presión. El Gobierno alemán ya ha anunciado que desbloquerá importantes sumas para apoyar esta tecnología.

Pero algunas marcas dudan de este camino. Daimler, por ejemplo, ha interrumpido por el momento sus trabajos de investigación y desarrollo sobre esta tecnología. La razón es el coste de los mismos, difíciles de asumir en un momento en el que deben invertir también en la transición a los eléctricos a baterías. Pese a ello, Daimler mantiene abierta una colaboración con Volvo, para el segmento de los vehículos pesados.