Baja un 50% la obtención del permiso de conducir en 10 años

Los jóvenes ya no tienen la misma ilusión ni motivación para obtener el carnet de conducir que existía hace un par de décadas, en gran parte debido a las nuevas formas de movilidad alternativas que no requieren de licencias, además del abaratamiento de otros medios de transporte y la aparición de servicios colectivos de transporte que, en conjunto, han hecho que la juventud prefiera no tener el permiso de conducir a cambio de disfrutar de otras opciones que les ofrece actualmente la vida.

Es la conclusión que se puede extraer del informe publicado por la DGT, que abarca los años 2008 a 2017 –último con datos de una anualidad completa. Así, en 2008 se concedieron un total de 873.587 nuevos permisos de conducir en España, mientras que en el año 2017 la cifra había descendido a 358.282 nuevas licencias. Es decir, una disminución de más de la mitad de permisos.

Según se recoge en el estudio, la caída de nuevos permisos ha sido continuada en los ñultimos 10 años, pese a un ligero repunte en el trienio que va de 2014 a 2016. Según la DGT, hay diversos factores que han producido esta situación, entre los que se encuentra el importante descenso de la natalidad –hay menos jóvenes en nuestro país, y por lo tanto menos candidatos a obtener el permiso- así como el nuevo estilo de vida de la juventud, para quienes el carnet de conducir es algo arcaico, inservible, caro e innecesario ante el amplio abanico de opciones de movilidad actuales.

Así lo entiende la subdirectora de Formación y Educación Vial de la DGT, María Lidón Lorenzo, al considerar que se ha producido “un giro en la manera de entender la vida y la movilidad por parte de la gente joven, que ya no concibe el coche como un producto de primera necesidad, como ocurría en anteriores generaciones”. Para Lidón, otros factores como el coste de adquisición y mantenimiento de un vehículo. En definitiva, los jóvenes prefieren gastarse el dinero en nuevas tecnologías a los 18 años, destinando todo o parte del coste de obtención del carnet a la compra de los más modernos aparatos.

También se ha detectado un cambio en la edad en que se obtiene el carnet de conducir, que cada vez es más tardía –nada de tener prisa por obtenerlo a los 18 años-, y se produce cuando hay necesidad de carnet, por ejemplo por motivos laborales o por la formación de una familia, situaciones en las que un vehículo propio es muchas veces indispensable. Ante esta deriva, hay poco que se pueda hacer, más aún cuando la ecología y las energías alternativas están poniendo el foco en el automóvil como fuente de más problemas que beneficios. Y sin embargo, la libertad que supone poder conducir a cualquier lugar es algo que los más jóvenes no están dispuestos a valorar.