DAKAR

Audi da un paso más en el Dakar: su RS Q e-tron E2 utilizará combustible renovable

24/11/2022 11:27

Audi da un paso más en el próximo Dakar. Sus tres Audi RS Q e-tron E2 eléctricos de autonomía extendida, recurrirán a un combustible innovador para alimentar el motor-generador, una unidad derivada del cuatro cilindros turbo ex DTM

La apuesta es coherente con la estrategia de descarbonización que se ha impuesto la marca de los cuatro aros. En su momento experimentó con combustibles e-fuel y la llegada de Olivier Blume a la cabeza del Grupo Volkswagen potencia esta política. También ha puesto en marcha un programa de captura de CO2 en Islandia, para mineralizarlo en estado sólido. 

Y el empleo de e-fuels por parte de la Fórmula 1 a partir de 2026 ha sido clave para que la marca de los aros entre por vez primera en la categoría.

“En Audi seguimos una estrategia de descarbonización coherente. Nuestro Q e-Tron utiliza tecnología punta. Como complemento, los combustibles renovables nos ofrecen la posibilidad de trabajar con motores de combustión interna más respetuosos con el medio ambiente. Como resultado, ahora seremos más sostenibles en esta competición automovilística, la más difícil que existía para la tecnología eléctrica”, ha dicho Oliver Hoffmann, director de Desarrollo Técnico de la marca.

El combustible de Audi utiliza residuos que no contemplan productos alimenticios como base. En una primera fase, la biomasa se convierten en etanol, antes de pasar a ser ETG, es decir, ‘etanol-a-gasolina’. El combustible final es una mezcla de 80% de componentes sostenibles, entre ellos el ETG y el e-metanol.

“Nuestro Q e-Tron ya requería menos combustible que los motores tradicionales. Ahora, con este nuevo combustible, conseguiremos reducir en más de un 60% las emisiones de CO2”, ha dicho Fabian Titus, del departamento de Desarrollo de Aplicaciones y Termodinámica de Audi. Este combustible se quiere diferenciar de los e-Fuels y está bautizado genéricamente como re-Fuels.

La adopción de este re-Fuel obliga a un pequeño sacrificio. Aunque su índice de octano es de 102 y permite aumentar ligeramente la potencia del motor, su densidad energética es menor, lo que implica un mayor gasto de combustible y por tanto montar depósitos más grandes y el coche será más pesado en los inicios de etapa de los que sería si usara combustible convencional.