Audi se unirá a BMW y Mercedes en el desarrollo del coche autónomo

¿Se imaginan una alianza entre las tres marcas premium'germanas? ¿Se imaginan una cooperación de Mercedes, BMW y Audi en temas de I+D? Podría parecer de ciencia ficción, pero es una realidad que se impone. Y las tres marcas lo harán en el marco del desarrollo del automóvil autónomo, ¿o quizás deberíamos llamarlo 'auto-auto' para abreviar?

BMW y Mercedes ya colaboran desde hace algún tiempo tras fusionar sus servicios de movilidad compartida. Uno de los programas en los que colaboran es un servicio de 'patinetes eléctricos' al estilo bicing, que se llama Hive y cuya sede europea estará en Barcelona.

En marzo ya anunciaron que ampliaban su colaboración al coche autónomo y, según la prensa económica germana, durante el Salón de Frankfurt se incorporará Audi. Curiosamente, Volkswagen tiene un acuerdo importante en este campo con Ford y estudia producir vehículos de su marca en alguna de las plantas de Ford en Estados Unidos, lo que implica colaboraciones más amplias.

De hecho, las tres compañías ya tienen un interés conjunto en Here, una empresa fundada en su día por Nokia y especializada en mapas por satélite que compraron en 2015. 

En cierta forma se hace bueno el dicho que parece imperar ahora en el mundo de la automoción: todo lo que no se ve puede ser compartido. Esto pasa en muchos sectores industriales, sobre todo en los electrodomésticos. 

En el automóvil esta colaboración es total entre marcas del mismo grupo y todavía limitada entre grupos rivales, aunque estos usan muchos elementos de proveedores externos comunes que les ofrecen sus productos: empresas como Bosch, Brembo, etc.

De hecho, en el sector del automóvil, y por lo que respecta a la fabricación, cabe resaltar lo que sucede en China, donde es imprescindible contar con un socio local para producir y algunos de los grandes conglomerados chinos trabajan con varios fabricantes europeos, americanos y/o japoneses.

Tras los trabajos preliminares y los primeros prototipos, ha quedado evidenciado que las exigencias financieras del I+D del automóvil autónomo superan las posibilidades de los fabricantes. Y de otra parte es importante que haya cierta convergencia en las soluciones elegidas, porque una de las claves es la comunicación 'car2car'.

Hay que tener en cuenta que el automóvil es un negocio que mueve grandes cifras, que exige grandes inversiones, pero por el contrario la rentabilidad, el margen de beneficio, es muy ajustado. Una razón por la cual la economía de escalas debe extenderse también al I+D.