Antolín González, una perla que brilla en Asia

Actualmente compite en la Asian Formula Renault Series, en la que es el tercer clasificado con 182 puntos en su haber. Todavía tiene opciones de proclamarse campeón de la categoría, con dos carreras por disputar en Malasia en menos de un mes. Entre una horda de pilotos de origen asiático, González representa una rara avis que se ve legitimado con sus actuaciones, pese a su falta de entrenamiento.

Su historia comienza como cualquier otra, en palabras de Raquel, su madre, "de casualidad y sin ninguna ambición a largo plazo". Allá por el año 2010, en Navidades, la familia de un joven de unos 8 años de edad acudió a Burgos con intención de pasar el día y disfrutar del tiempo libre con su hijo. Debido a la recomendación de un amigo, los padres de la criatura visitaron el Karting Indoor de Burgos para probar una nueva experiencia. Con el mero deseo del disfrute de su hijo como objetivo, Antolín y Raquel, padre y madre del chiquillo, no sabían que aquél iba a ser el inicio de una aventura que a día de hoy no ha concluido.

Tras completar varias vueltas al trazado, el dueño del establecimiento no perdió la pista al joven muchacho que recorría el circuito con pulcritud, en su primera experiencia encima de un kart. Después de unas palabras con sus padres, se concertó una nueva prueba en el Karting de Villarcayo, para comprobar que la habilidad mostrada por Antolín no era simple casualidad. El examen no defraudó. Un niño de apenas 10 años demostró una capacidad innata para pilotar un coche de carreras.

La necesidad de federarse y competir parecía inevitable, pese al desconocimiento por parte de sus progenitores acerca de la disciplina. Su madre confiesa que, por aquel entonces, sabían muy poco acerca de las carreras de automóviles, salvo lo realizado por Fernando Alonso en Fórmula 1. "¿Quién no se aficionó en España al ver correr a Fernando?", se pregunta. Tras adquirir un monoplaza apto para poder competir, González participó en el Campeonato de Castilla y León, sin bajarse del podio en todo su concurso. Visto su buen hacer en tierras castellanas, el equipo británico Energy Racing Karts reclamó sus servicios para pugnar durante una temporada completa en Inglaterra.

Con 12 escasas primaveras, y tras haber certificado su capacidad para pilotar en diversos campeonatos, el ex piloto Emilio de Villota, quien había seguido la pista de Antolín González, decidió probar a la joven promesa a los mandos de un Fórmula en el Circuito del Jarama, en San Sebastián de los Reyes. En palabras de Raquel, el propio Emilio confesó no haber montado jamás a un niño tan joven en un coche de dichas características, y quedó impresionado con el nivel exhibido por el chico arandino. La actuación tampoco pasó desapercibida para Miguel Ángel de Castro que, por pura dicha o capricho del destino, se hallaba en el circuito y no perdió la ocasión de ponerse en contacto con la familia del emergente piloto.

Aquel primer contacto con De Castro derivó en dos años bajo la tutela de Pedro Martínez de la Rosa, antiguo piloto de Fórmula 1. Durante dicho período, González realizó una prueba de rigor cuando participó en una sesión de entrenamientos libres de la Euroformula Open, pese a ser notoriamente más joven que el resto de participantes. Tras pasar una temporada en la Fórmula 4 Española, de la mano de la escudería Drivex, el joven burgalés decidió dar otro paso y lanzarse a una aventura menos habitual.

El destino fue China, para tomar parte en la Fórmula Masters China bajo la tutela del equipo Cebu Pacific Air by PRT. La intención era la de correr la temporada completa, gracias al patrocinio de una marca italiana. No obstante, llegado junio, dicho sponsor terminó de avalar a la familia, lo que dio fin a la participación de González en el curso 2017. Terminó su temporada con un total de tres citas, de las cinco totales, en las que se anotó un cuarto puesto en Sepang como mejor resultado para acabar undécimo en la general. Pese al resultado final, su potencial no pasó desapercibido para los ojeadores del equipo BlackArts Racing Team, de la Asian Fórmula Renault Series, que convencieron a sus padres para que corriera la presente temporada con ellos.

Las dificultades económicas suponían un enorme escollo que parecía no tener solución, pero finalmente los progenitores del piloto accedieron a pagar el coste de la temporada. Obviamente, sus padres sólo podrían pagar el precio de las carreras, de modo que el piloto debería acudir a las pruebas de los fines de semana sin previo entrenamiento. Por el contrario, varios de sus contrincantes inmediatos, de origen asiático en su mayoría, gozan de la posibilidad de preparar fehacientemente las carreras. Algo impensable para un humilde joven de 16 años residente en Aranda de Duero.

González no dejó indiferente a nadie en su estreno en la categoría, donde consiguió la Pole Position, la vuelta rápida de carrera y la victoria. Tremenda presentación en sociedad. Por desgracia, la segunda prueba disputada en Zhuhai supuso todo lo contrario, a causa de un incidente entre Daniel Cao y el propio González en las primeras curvas que dejó a ambos compañeros fuera de la carrera.

Su amor por pilotar supone un sacrificio en muchos aspectos para un individuo tan joven. Malabares para sacar los estudios adelante y con escasísimo tiempo de ocio para el disfrute con sus amigos. Todo sacrificio deportivo conlleva consigo un sacrificio humano. Sus resultados le han llevado a tener una cierta presencia en medios especializados, pero muchos otros niños, tanto españoles como extranjeros, viven situaciones parecidas, y terminan obligados a abdicar en su sueño por competir en las mejores categorías. Talentos que nunca llegan a mostrarse en todo su esplendor.

Con dos carreras por disputar, el Campeonato se mantendrá en el circuito de Sepang debido a problemas logísticos y de costes económicos. Todavía con fecha por concretar, se prevé que las últimas dos pruebas que certificarán al campeón de esta temporada se disputen a finales de septiembre. González se encuentra actualmente en la pugna por el campeonato con los chinos Daniel Cao, su compañero de equipo, y Lui Kai Luo. Los trazados del Sepang International Circuit dictarán sentencia y decidirán quién releva a Charles Leong como nuevo campeón. Por su parte, el burgalés se muestra ambicioso y se marca como objetivo ganar ambas carreras. En palabras del propio González, "un error en la clasificación durante la última carrera fue el que me penalizó. Me privó de llevarme la victoria". La posibilidad de proclamarse campeón le motiva. "Intentaré arreglar dicho fallo, para salir en una posición que me permita ganar las dos carreras", añadía.

La perspectiva de futuro por parte de la familia era clara: continuar en Asia el próximo curso, compitiendo en la Asian Formula 3 Championship. No obstante, debido a la falta de patrocinadores, la carrera del joven piloto podría cortarse en seco.

Su caso es el nítido reflejo de muchos otros, particularidades aparte. Casos de promesas que intentan, por activa y por pasiva, hacerse un hueco en el mundo del automovilismo. Sin un gran ídolo en el que fijarse, González prefiere aprender de nuevas pilotos nacientes como Lando Norris, junior de McLaren.

Viaja solo en multitud de sus carreras, para mitigar mínimamente el sacrificio económico que supone para sus padres su carrera en Asia. Un mundo donde la necesidad de que alguien avale a los jóvenes proyectos se antoja esencial, ya que sin continuidad y constancia para entrenar es imposible seguir un crecimiento como piloto y escalar posiciones en las diversas categorías, tal y como sucede en cualquier disciplina deportiva. El talento está servido, a Antolín y a otros muchos sólo les faltan las ayudas necesarias para brillar.

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