Alpine mira de reojo a la categoría reina de Le Mans con las reglas LMDh

Durante una entrevista televisada confirmó que la posibilidad apuntada espectacularmente por la revista francesa Autohebdo –que dedicó la portada al posible retorno de Alpine a Le Mans– confirmó que "es un plan que nos gustaría y está en estudio. Dados nuestros resultados en LMP2, podemos aspirar a ello. Las negociaciones sobre el proyecto están en marcha".

Si Alpine, es decir Renault, entra en Le Mans, no cabe duda de que se producirá una interesante pugna con Peugeot que polarizará la atención de la afición francesa. La posibilidad de tener en 2023, la edición del centenario, a las dos marcas francesas en pista –ambas ganadoras de la prueba en el pasado–, es realmente atractiva.

Recordemos que el Alpine de LMP2 que compite en la actualidad es en realidad un Oreca rebautizado, ya que sólo hay cuatro fabricantes de chasis habilitados para construir los LMP2. Lo de ‘rebautizar’ chasis es una posibilidad que también utiliza G-Drive, aliada con el constructor de lujo ruso Aurus.

De hecho, podrían seguir apoyándose en Oreca ya que el Rebellion LMP1, el coche que está poniéndoles esta temporada las cosas complicadas a Toyota y, gracias a un BoP favorable, les ha ganado en un par de ocasiones, ha sido realizado por Oreca.

Por el momento Sinault no puede adelantar más. El equipo está ‘cerrado’, acogido a un ‘ERTE’, con la normativa que ha puesto a punto el estado francés para esta crisis.

Como Alpine, Signatech ganó las ELMS en 2013 y 2014 y los WEC-LMP2 en 2016 y 2018/19, amén de ganar la categoría en Le Mans en 16, 18 y 19.