'Adicto a tocar coches': la ridícula excusa de un ladrón para librarse de la cárcel

Paul Priestly, un ciudadano residente en Reino Unido, ha sido condenado a mantenerse alejado de cualquier coche durante los próximos cinco años. Una curiosa prohibición que el juez cree necesaria después de que el abogado de Priestly alegara como defensa una 'adicción' a tocar automóviles ajenos.

Este inglés de 44 años, que acumula cientos de delitos relacionados con todo tipo de robos, salió de prisión hace apenas unos meses... pero volverá a dormir entre rejas. El motivo es que varias cámaras de seguridad captaron a Paul con claras intenciones de abrir coches estacionados en la calle, en busca de cualquier objeto de valor que pudiera encontrar en el interior del habitáculo.

Es decir, que su afición por lo ajeno no ha parado, ni siquiera después de haber recibido una condena similar en 2018. La lista de delitos de Priestly asciende a varios cientos, un historial que comenzó hace 29 años y que no parece que vaya a tener fin a corto plazo.

De momento tendrá que cumplir nueve meses de prisión tras declararse culpable de los intentos de robo en los que le grabaron. Además, en el momento de su detención en marzo de año pasado, portaba una navaja y cannabis.

La sentencia del Tribunal de Peterborough también dicta un programa de rehabilitación de diez días para el condenado y un toque de queda diario entre las once de la noche y las seis de la mañana hasta el año 2027. Todo esto en un intento de mantener a Paul alejado de la delincuencia y de su particular adicción.

Cuando se trata de robar, estafar o delinquir en general, el ingenio y las excusas de algunas personas se agudizan. Y nadie está libre de ser víctima de un robo. Que se lo digan a Sebastian Vettel...