Abandono de Isidre Esteve tras romper el turbo

Isidre Esteve ha visto cómo uno de sus mejores Dakar en coches, pese a que su objetivo de quedar en el Top 15 parecía fuera de su alcance, ha quedado cortado en la séptima etapa. El piloto del Repsol Rally Team ha roto el turbo de su buggy y pese a sus esfuerzos, no ha logrado concluir la etapa.

Pero ni Isidre ni Txema Villalobos renuncian a seguir en carrera. Este año a los pilotos no oficiales se les permite reengancharse, aunque fuera de la clasificación. Son las reglas de la 'Dakar Experience' para permitirles seguir acumulando experiencia para futuras ediciones y, sobre todo, rentabilizar el presupuesto invertido para participar en la carrera.

"Rompimos el turbo en el kilómetro 150 y tuvimos que parar unos ocho kilómetros después. No había más remedio que esperar al camión de asistencia rápida para que nos remolcara, pero la arena era muy blanda y remolcar era muy delicado", ha explicado Isidre Esteve, resignado a su suerte.

"Tardamos ocho horas en hacer un centenar de kilómetros. Hemos tenido muchos problemas: eslingas rotas, pinchazos, el camión clavado en la arena, toda una odisea y ya anochecía. La organización nos ha aconsejado no continuar porque por delante teníamos unas dunas complicadas, imposibles de superar en este circunstancias", explicó Esteve.

Así, al llegar al kilómetro 259, sólo media especial, aprovecharon que la carretera estaba cercana y "decidimos seguir hasta el campamento por la carretera", agregó. Era la única forma de reengancharse y poder seguir, aunque fuera de clasificación; por la carretera, el trecho que faltaba hasta el campamento se podía completar en unas tres horas.

Pero el ilerdense y su copiloto, Txema Villalobos, se niegan a abandonar. "Repararemos, dormiremos un poco y tomaremos la salida de la siguiente etapa", aseguró convencido. Eso sí, no han tenido demasiado tiempo para descansar porque han priorizado tenerlo todo listo para hoy.