Alonso acaricia el Mundial del WEC en la nieve de las 6 Horas de Spa

El circuito de Spa-Francorchamps era una postal navideña a primera hora de la mañana. Los peores pronósticos meteorológicos se habían cumplido y había nevado por la noche, pero la intervención del sol derritió la fina capa blanca que cubría las escapatorias del trazado, de la que ya no quedaba rastro alguno en el momento de la salida.

Mike Conway puso la directa. El británico defendió la Pole Position del Toyota 7 y evitó que Sébastien Buemi tuviera una oportunidad de pasarlo con el Toyota 8. Los TS050 volaban sobre seco con un ritmo del orden de dos segundos más rápido que sus rivales, hecho que los confirmaba por enésima vez como los únicos candidatos a la victoria final.

Pero esta vez los Toyota también competían contra los elementos, para desesperación de sus estrategas, que no estuvieron atinados con la unidad 8. El sol desapareció tras cinco minutos y dejó paso a una intensa cortina de lluvia. Los japoneses llamaron a sus prototipos en la misma vuelta para cambiar de neumáticos, pero sólo tenían preparadas los del 7. En consecuencia, la segunda unidad perdió 17 segundos con su homóloga.

La lluvia se transformó en nieve poco antes de la media hora. Dirección de Carrera se curó en salud con un coche de seguridad, que dejó en nada los 24 segundos que Conway tenía de ventaja sobre Buemi. La nevada duró 10 minutos, pero el Safety-Car estuvo fuera otro cuarto de hora con la esperanza de que las condiciones fueran menos hostiles.

El desliz de la primera parada había dejado el Toyota 8 en tercera posición, pero Sébastien Buemi hizo un cambio de ritmo con la bandera verde. Primero dio cuenta del Rebellion 3 de Thomas Laurent y después puso en su mira el coche de Mike Conway, al que superó en la parada del autobús después de que el británico se fuera largo por la escapatoria de asfalto.

Buemi pisó el acelerador para construir un cojín de seis segundos, pero un segundo coche de seguridad interrumpió su ritmo. La causa de este Safety-Car eran los restos del difusor de uno de los LMP2 de Jackie Chan, que habían quedado esparcidos por La Source después de un toque con el LMP1 de ByKolles.

Pero el Toyota 8, que no paraba desde hacía 75 minutos, entró en el Pit-Lane cuando el semáforo estaba en rojo. Eso supuso que Buemi tuviera que esperarse a que pasara todo el pelotón antes de reincorporarse a la carrera, lo que le costó un tiempo precioso y le dejó en una situación muy comprometida en la lucha por la victoria con Conway, que había recuperado el liderato.

Todos los coches aprovecharon los últimos instantes del coche de seguridad para deshacerse de los neumáticos de lluvia extrema. Todos salvo los Toyota, que entraron en bandera verde. Eso dejó en primera posición al Rebellion 1 con un margen de ocho segundos sobre Mike Conway y 38 sobre Sébastien Buemi.

Sin lluvia ni nieve, el poderío japonés era imparable. Los TS050 asumieron las dos primeras posiciones como si estuvieran solos en el circuito. Conway amplió su renta sobre Buemi hasta los 55 segundos antes del siguiente pit-stop, que se produjo sobre la marca de las dos horas durante un Full Course Yellow derivado de un accidente del Porsche 88 de Dempsey-Proton.

Kamui Kobayashi y Fernando Alonso se subieron al Toyota 7 y el 8 respectivamente. La distancia se había reducido a 43 segundos con la bandera verde. Pronto hubo un nuevo Full-Course Yellow, éste por los restos de un LMP2. Durante la bandera amarilla, Alonso hizo un trompo en Pouhon. Los TS050 hicieron una nueva visita al Pit-Lane antes de la resalida.

Kamui llevaba la voz cantante. Su ritmo era superior al de Fernando y su ventaja había crecido hasta los 53 segundos a falta de pocos minutos para el ecuador de la carrera, pero entonces falló la fiabilidad. El Toyota 7 perdió 20 segundos en una sola vuelta y entró en el Pit-Lane con un fallo en un sensor del sistema de frenado electrónico. Los mecánicos lo empujaron al interior del box, lo que lo apartó definitivamente de una victoria que parecía segura.

Fernando Alonso asumió así la primera posición de las 6 Horas de Spa-Francorchamps. Completó tres vueltas más antes de hacer una parada rutinaria para dejar paso a Kazuki Nakajima, que completó otro giro más antes de que el dorsal 7 se reincorporara a la carrera.

La lluvia volvió a aparecer a las 3 horas y 25 minutos. Nakajima entró en boxes para poner neumáticos de lluvia y José María López siguió sus pasos. La diferencia entre los dos Toyota permanecía estable en las cuatro vueltas.

El Toyota 7 estaba obligado a terminar la carrera para seguir vivo en el Mundial. Su rival lo lideraba con 14 puntos. Si el 7 abandonaba, los 39 puntos de desventaja serían insalvables. Bien es cierto que serían los mismos que se reparten en Le Mans –38 el triunfo, 1 la Pole–, pero el 8 ganaría igualmente porque tenía más victorias. Sólo con llegar hasta el final, el coche de Conway, Buemi y Kobayashi sumaría 0,5 guarismos que lo mantendrían en la contienda.

No contento con las migajas, José María López se abrió paso hasta la zona de puntos. Aprovechó la tregua de la lluvia para remontar desde la decimotercera a la novena posición. La precipitación se reanudó a las 4 horas y 15 minutos de la carrera, pero el argentino igualmente dio cuenta de otros dos coches para ser octavo. Dirección de Carrera desplegó el coche de seguridad porque las condiciones eran muy delicadas. Para hacerlo más divertido, también granizó por un momento. Antes, Fernando Alonso había relevado a Kazuki Nakajima con la única preocupación de no cometer errores para certificar la victoria.

La carrera se relanzó a las 4 horas y 45 minutos, pero el resto fue un mero trámite. José María López se deshizo del líder de LMP2 para ser sexto antes de dejar paso a Kamui Kobayashi. Fernando Alonso, que conservaba sus cuatro vueltas de ventaja, hizo su última parada a tres cuartos de hora del final.

Dirección de Carrera desplegó un último coche de seguridad cuando quedaban 40 minutos, pues el diluvio era intenso y las condiciones, peligrosas. Se intentó una bandera verde tras una interrupción de 25 minutos, pero la apuesta no dio resultado y la carrera terminó con una bandera roja 10 minutos antes de lo previsto.

Con el triunfo del Toyota 8 y la sexta posición del Toyota 7, la marca japonesa conquista el Mundial de Constructores. El de Pilotos se resolverá en las 24 Horas de Le Mans. Fernando Alonso, Sébastien Buemi y Kazuki Nakajima llegarán con una renta de 31 puntos, por lo que se llevarán el título si sus rivales no ganan en La Sarthe o si, en caso de que lo hagan, la tripleta del 8 es como mínimo séptima. 

RESULTADOS 6 HORAS SPA-FRANCORCHAMPS 2019