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Un WRC híbrido, ¿a quién beneficia?

31/01/2019 14:22

El Campeonato del Mundo de Rallies será híbrido a partir de 2022. La pureza de los actuales motores 1.6 turbo dará paso a algún tipo de energía renovable, en pos de seguir las pautas marcadas por el mundo del automóvil. Pero, ¿a quién puede beneficiar esto exactamente?

Que el mundo de la automoción ha dado un paso irrevocable hacia la electrificación es evidente. Muy pocas marcas son las que aún quedan sin ningún tipo de modelo híbrido o completamente eléctrico en su catálogo, y el movimiento se ha expandido hacia la competición –véase el auge de la Fórmula E–.

La 'pandemia' ha llegado hasta el Mundial de Rallies, categoría que se resistía a dejar de lado el tradicional canto celestial de los motores de gasolina convencionales –ese mítico 'ratatatata' quedará para siempre en nuestros oídos–, si bien finalmente también ha sucumbido a la presión de las marcas por invertir en investigación y desarrollo.

¿Quizás esto beneficia a Toyota? La marca japonesa es una de las pioneras en el mundo de los híbridos, no en vano el Prius se convirtió en el primer vehículo híbrido producido en serie, allá por el año 1997. La extensa experiencia en el WEC ayudaría, por lo que sin duda se convertirían en serios candidatos al título desde los primeros compases.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que M-Sport también está inmerso en actividades de este estilo. El equipo británico ya trabaja en un coche de rallies eléctrico –sobre la base de un Fiesta R5– y se encarga asimismo de preparar los coches del Jaguar I-Pace eTrophy, la primera serie monomarca de coches eléctricos que acompaña a la Fórmula E. Otro serio candidato a sacar tajada de esta medida.

¿Citroën? ¿Hyundai? Tanto la casa francesa como la coreana están más que preparadas para afrontar la hibridación y en su flota de automóviles ya incluyen una buena suma de modelos con modernas tecnologías. Además, de momento, en sus filas tienen a los dos campeones que han arrasado los últimos 15 años –aunque Ogier ya ha avanzado su retirada y Loeb está a tiempo parcial–.

Dejemos a un lado las marcas que compiten actualmente en el Mundial de Rallies y echemos un vistazo a otras disciplinas automovilísticas. ¿Acaso las marcas no han fijado su punto de mira en las energías renovables?

La Fórmula 1 cuenta a día de hoy con cuatro marcas inscritas: Mercedes, Ferrari, Renault y McLaren. Por el contrario, en la Fórmula E compiten Audi, BMW, DS, Mahindra, Nissan, Jaguar… ¡y en 2019 llegarán Mercedes y Porsche! Toda una declaración de intenciones.

Entonces, si el WRC introduce un reglamento con motores híbridos, alguna marca podría hacer sus pinitos en los tramos del Mundial, ¿no? Ésta es, precisamente, la idea. Ford –que no está implicada como marca oficial en el Mundial, sino que ofrece apoyo a M-Sport– y Volkswagen han mostrado interés, pero podrían no ser las únicas.

Esto nos dejaría un Mundial de Rallies con una competencia digna de épocas de antaño. A las cuatro marcas ya existentes en el campeonato –si no se va ninguna, claro– habría que sumar el torrente de interesadas en invertir en este tipo de sistemas que, a la postre, son considerablemente útiles para los coches de calle.

Salvando las distancias, tomemos la última temporada con los Grupo B en liza, la de 1986. En dicha campaña, los Audi, MG, Ford, Peugeot, Lancia… se batieron el cobre entre sí para deleitarnos con una de las temporadas más bonitas de la historia, en la que Juha Kankkunen y su Peugeot 205 T16 fueron campeones.

Por esa regla de tres: cuantas más marcas, mayor espectáculo, y la 'llamada de la selva' que parece ser el motor híbrido en el presente podría desembocar en batallas épicas entre una infinidad de marcas. No tendremos el reconfortante sonido de los motores y los turbos soplando, pero la vida sigue, y hay que aceptar el progreso.

Hablando de Juha 'KKK' Kankkunen, el finlandés nos dejó en el pasado una frase para la historia. "Los WRC son para niños, los Grupo B eran para hombres". No me quiero imaginar las críticas que recibirá el nuevo reglamento que han impuesto para 2022.

Pero entonces, vuelvo a recordar la pregunta del titular, ¿a quién beneficia un WRC híbrido o eléctrico? Pues, muy en el fondo de mi cabeza –no en el corazón, que bombea e inunda mis venas con gasolina–, creo que a nosotros, los aficionados.