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Project XJ41: el Jaguar no nato que se convirtió en Aston Martin

18/04/2021 09:35

En todas las marcas hay desarrollos que no llegan a buen puerto. Sin embargo, no es tan común el caso de que un proyecto termine por materializarse finalmente en otra marca. En el caso del XJ41, el modelo llamado a ser el sucesor del E–Type en los años 80, terminó finalmente por ser descartado en Jaguar y ser tomado para dar vida al DB7 ya entrados los años 90.

El Jaguar XJ–S no cumplió las expectativas de la firma británica como sucesor del E–Type. A comienzos de los años 80, el modelo ya era carne de reemplazo, para lo cual Jaguar comenzó a trabajar en el Proyecto XJ41 que debía dar vida a un potencial F–Type con el que atacar con fuerza el mercado americano.

La junta aprobó su lanzamiento en 1982 con visas a su llegada el mercado en 1986, con una mecánica de seis cilindros en línea, suspensión independiente y variante descapotable. Como curiosidad, fue también el último proyecto que dio el visto bueno el fundador de la marca, William Lyons, quien fallecería en 1985. Por desgracia, tras su muerte, comenzaron a acaecer los problemas para este modelo.

Otro proyecto de la marca, el XJ40, sufría un retraso que afectaba también al modelo que nos ocupa. Sin embargo, ello no le venía mal del todo, pues así podía ponerse a punto frente a rivales con modelos cada vez más potentes, para lo que se planeó una mecánica biturbo con más de 330 caballos y tracción a las cuatro ruedas. La nueva fecha planeada era ya para finales de 1988.


Pero como suele ser habitual y comprensible con estas intenciones, el tema económico fue el principal lastre a partir de este momento. La firma tenía un departamento de ingeniería bastante modesto en comparación con el de otras marcas rivales –y alemanas–. Como ejemplo, los historiadores hablan de que Mercedes gastó tanto dinero en el desarrollo de la suspensión 'Multi–Link' como Jaguar en todo el proyecto del XJ40.

El proyecto, aun así, parecía que avanzaba inexorablemente hacia la serie, arrullado también por una etapa de cierto éxito para el modelo al que pretendía suceder, el XJ–S, que había encontrado una fórmula de éxito en las variantes con nuevo motor de seis cilindros –en lugar de un V12– y los descapotables. Entrados ya en 1988, se encargan tres prototipos al carrocero Karmann para su testado sobre el terreno. Por aquel entonces, la prensa ya apuntaba a que el modelo no vería la luz hasta 1994 –recordemos que los primeros pasos se dieron en 1980–.

FORD ENTRA EN ESCENA

El gigante americano se hizo con la empresa británica en 1989, convencida ésta última de que uniéndose a este socio lograría un mayor potencial de expansión internacional. A ello va seguida una revisión completa de toda su gama y estructura. La firma del óvalo concluyó en marzo de 1990 que, para sacar la mayor rentabilidad, lo que mejor que podía hacer Jaguar era enfocarse en su gama actual, lo que desgraciadamente, significaba cancelar el proyecto XJ41, retrasado ya durante lustros en el tiempo y que acusaba de graves problemas de sobrepeso.

Por su parte, Tom Walkinshaw, conocido preparador de los modelos de competición, enterado de la triste noticia, le pide a su diseñador que realice una versión propia de este modelo sobre la base de un XJ–S. La idea se lleva en primera instancia a Jaguar, que declina la oferta. Pero Aston Martin –curiosamente también en manos de Ford– es más abierta con ellos y decide dar cabida en su gama a un modelo derivado de éste como acceso a la gama. Terminaría por convertirse en el DB7.

En lo que respecta al proyecto XJ41, todavía se conservan tres ejemplares de su desarrollo: uno de ellos es una de las 23 mulas de pruebas sobre base XJ–S que se realizaron, mientras que los otros dos son modelos creados por el carrocero Karmann, uno en versión coupé y el otro descapotable.