Dos millones de euros por este Bugatti EB110 Prototype de 1992

El empresario Romano Artioli llevó a cabo uno de los planes más ambiciosos de la historia automotriz. Adquirió la marca Bugatti durante los años 80 y planeó un retorno por todo lo alto, con las vistas puestas en dar al mundo el coche más rápido y prestacional de la historia. Para ello levantó una enorme factoría en Modena, Italia, y se rodeó de las mentes más brillantes en términos de desarrollo automotriz, como el ingeniero Nicola Materazzi –responsable del Ferrari F40 entre otros– o Marcello Gandini –diesñador de los Lamborghini Countach, Diablo o el Cizeta Moroder V16T–.

Con un chasis fabricado en primica mundial en fibra de carbono utilizando tecnología aeroespacial, para la mecánica se realizó desde cero un motor V12 de 3.5 litros ubicado en posición central, sobrealimentado nada menos que cuatro turbos, 553 caballos y tracción a las cuatro ruedas. Características estas últimas que desde entonces ha sido seña de identidad de la firma Bugatti.

El resultado fue el EB110, denominado en honor al 110 aniversario del nacimiento del fundador original, Ettore Bugatti. Las primeras unidades prototipo que salieron de pruebas durante 1990 y 1991 contaban con un chasis de aluminio y una carrocería que todavía era provisional. Su evolución definitiva comenzó sus pruebas en 1992, uno de cuyos prototipos es el que nos ocupa hoy, con número de chasis C–3902.

Éste es uno de los mejor tratados, pues su cometido no fue el de someterse a duras pruebas sobre el terreno o a ser destruido en las puebas de choque. El EB110 GT –no se trata de una de las unidades Super Sport de 612 caballos– de estas páginas se utilizó como coche de exhibición en distintos salones y eventos promocionales. Es por ello que tan solo cuenta con 1.095 kilómetros en su odómetro, un estado casi nuevo para un coche de hace más de 30 años, y que lo hace ciertamente deseable.

Según su ficha técnica, el coche se pintó en sus inicios de color verde oscuro para mostrarse en eventos como el Salón de Bolonia o el de Londres. En 1994 se repintó en la factoría y fue sometido a pruebas de emisiones de cara a modificar los componentes mecánicos a tal efecto.

Por desgracia, a finales de los 90 Bugatti entró en quiebra. Muchos de sus bienes pasaron a manos privadas, entre ellos este mismo EB110 GT, que fue matriculado en Italia, luego en Suiza en el año 2000, donde pasó más de 12 años, para pasar finalmente a manos de un coleccionista privado de Chicago.

Durante el pasado evento de Amelia Island del día cinco de marzo, el modelo se subastó por nada menos que 2,1 millones de dólares –al cambio 1,9 millones de euros–, lo que lo convierte en el EB110 GT más caro hasta la fecha de los 95 que llegaron a existir. Lo cierto es que este modelo parece haberse revalorizado en los últimos años, ya que en eventos prepandemia apenas rozaban el millón de euros a lo sumo. Las últimas dos unidades, subastadas en este 2022, se han quedado a las puertas de los dos millones de euros.

Cabe destacar, no obstante, que el récord absoluto para este modelo corresponde a una de las 33 variantes Super Sport fabricadas, que se vendió el pasado 2021 por la mágica cifra de 2,5 millones de euros.