Derrapando sobre nieve con Audi en Baqueira-Beret

La marca de los cuatro aros nos ha invitado a Baqueira para participar en su curso de conducción sobre nieve, en el que nos hemos puesto al volante de un RS 3, un RS 4 y un RS 5, así como de un S 3 en un entorno controlado e idílico. La actividad se desarrolla cada fin de semana entre el 15 de enero y el 6 de marzo, y también se imparte en paralelo en Sierra Nevada.

De forma sintetizada, esta experiencia nos permite perfeccionar nuestra destreza al volante, entender cómo funcionan las inercias del coche y aprender qué tenemos que hacer para que no nos dominen. Y aunque raramente nos encontraremos rodeados de nieve y hielo, este conocimiento podremos aplicarlo en el día a día para evitar accidentes y estar bajo control.

Nuestra vivencia comienza con un viaje en carretera con un Audi Q5 40 TDI desde Lleida hasta el Pirineo. Son unos 185 kilómetros hacia el norte por la N-230. Empezamos en la llanura de la capital del Segre, pero sobre los 110 kilómetros la calma deja paso a las montañas escarpadas de la Ribagorza, que nos regalan 15 kilómetros de película entre Sopeira y El Pont de Suert resiguiendo el pantano de Escales. La Val d’Aran nos recibe con toda su magnanimidad al final de la ruta.

La Driving Experience está prevista para la mañana del día siguiente, pero Audi nos ha preparado una sorpresa de bienvenida: una sesión nocturna de motos de nieve. Nos subimos a un autocar que nos lleva hasta el pla de Beret, donde nos esperan con la llave puesta. El objetivo es desplazarnos con ellas hasta el restaurante donde tendrá lugar la cena –unos siete kilómetros–, comer y regresar.

La experiencia es tanto única como memorable. Es el primer contacto con un vehículo de estas características y las inercias inspiran mucho respeto, sobre todo cuando al rozar los 40 kilómetros/hora el manillar oscila ligeramente con los baches de la pista. Terminar la vivencia de una pieza suele ser la prioridad de un servidor en estas situaciones y afortunadamente lo consiguió.

Tras una noche de descanso, sin embargo, comienza lo bueno. Con el Audi Q5 volvemos a subir la montaña, pero esta vez nos dirigimos al complejo de la marca. Es un recinto de unos 150 metros de largo por 150 metros de ancho situado justo en el extremo más sureño de la estación de esquí, de tal modo que ofrece unas vistas privilegiadas de la Val d’Aran y del resto de montañas del Pirineo. Asoman nubes de lluvia desde el Aneto, pero nos respetarán.

La Winter Audi Driving Experience está abierta todos los públicos. Cuesta 350 euros, que se quedan en 290 euros para los clientes de la marca. El precio incluye un descuento del 25% en el forfait y también la posibilidad de probar de manera gratuita material de esquí. En Sierra Nevada los precios son ligeramente más bajos e incluyen directamente el forfait.

El curso tiene unas cuatro horas y media de duración desde que llegamos a la instalación hasta que nos marchamos. Comienza con dos charlas teóricas de 30 minutos cada una sobre las inercias de la conducción sobre nieve y la historia de Audi quattro. Y de aquí pasamos a la parte práctica, que se concreta en tres ejercicios específicos y un circuito al que completamos seis vueltas en dos tandas de tres cada una. En total, el tiempo que pasamos al volante ronda los 45 minutos.

El sobreviraje será nuestro mejor amigo por un día. Para inducirlo, daremos toda la dirección posible y luego un pisotón en el acelerador para subir las revoluciones. Las ruedas traseras patinarán acto seguido y el coche empezará a bailar. A partir de aquí, cuestión de encontrar un equilibrio entre el gas, la dirección y ocasionalmente el freno para que el coche haga lo que queremos.

Inmediatamente, el grupo de periodistas se divide en tres subgrupos de seis personas para agilizar las dinámicas. Cada subgrupo empieza por un ejercicio distinto, de tal modo que dedicamos media hora a cada actividad y durante la misma tenemos unos 10 minutos de conducción activa detrás del volante. Siempre contaremos con los consejos de los instructores, que nos asistirán a través de un walkie-talkie.

En nuestro caso, comenzamos por un eslalon de cuatro puntos que culmina en un giro de 180 grados. Lo hacemos con un Audi RS 5. Es la primera experiencia de servidor en la nieve y las primeras pasadas sirven básicamente para experimentar por primera vez qué ocurre cuando el tren trasero desliza. Sirven para quitarse el miedo de encima y comprobar que estamos en un entorno seguro que nos invita a soltarnos. Una vez tenemos esa sensación en el cuerpo, es mucho más fácil centrarse en disfrutar y vencer los miedos lógicos que todos podemos tener.

El segundo ejercicio mantiene el formato de eslalon, pero pone el foco en dos giros de 180 grados enlazados que desembocan en una última curva de 90 grados. Aquí nos toca un Audi S 3. Nos exige más precisión que el anterior, porque las puertas están más cerca y apenas tenemos tiempo para corregir la posición del coche cuando salimos de un derrape. Superada esta enlazada, afrontamos un eslalon más rápido de tres puntos.

Aquí uno ya se siente más cómodo. Si la primera actividad era una toma de contacto con la nieve, en esta segunda el hecho de contar con esa experiencia previa ya te permite divertirte e incluso cumplir decentemente lo que te pide el instructor. Es difícil no quedarse con una sonrisa en la cara cuando ves que el coche puede hacer aquello que tú deseas.

El tercer ejercicio es una frenada de emergencia con un Audi RS 4. Aceleramos desde parado unos 50 metros y clavamos frenos para detenernos antes de un objetivo. Aquí el propósito es aprender a confiar en los neumáticos de invierno y el sistema ABS para frenar con fuerza en caso de emergencia. Una zona de expandir la zona de confort y de sacarnos de encima el miedo a frenar en superficies deslizantes.

Acto seguido, momento de transición. Los instructores desmontan los tres ejercicios y el recinto se transforma en un circuito rápido que combina todo lo aprendido a lo largo del día. Comienza con un eslalon a baja velocidad, sigue con tres puertas de unos 180 grados y culmina con una curva de 180 grados situada en lo alto de una cuesta.

Completaremos tres vueltas al circuito acompañados de un instructor y lo haremos dos veces. En la primera ocasión conducimos un Audi RS 3. En la segunda, un Audi RS 5. La técnica es la misma que hemos visto antes, aunque ahora las velocidades son superiores y esto también entraña un reto.

Uno termina la mañana con varias conclusiones. La primera y la más obvia es que nadie nace enseñado. La nieve es un terreno poco común para todos en estas latitudes, sobre todo para aquellos que venimos de las grandes ciudades. Incluso las personas con más maestría al volante encontrarán en ella un nuevo reto. Y aquellos conductores más ‘tranquilos’ o noveles hallarán un terreno donde todo ocurre a cámara lenta y donde podrán ampliar su zona de confort para saber reaccionar a situaciones de peligro en la carretera, ya sean frenadas de emergencia o momentos de subviraje o sobreviraje.

El curso de Vielha cuesta 350 euros para las personas que no son clientas de la marca y 290 euros para aquellos que ya tienen una relación previa con ella. Incluye descuentos para adquirir dos forfaits, una prueba gratuita de material de esquí y una comida de grupo al término de la actividad en la Möet Winter Lounge, situada a unos 150 metros del centro de Audi, en el corazón de las pistas de esquí de Bequeira-Beret.

En conclusión, una experiencia recomendable independientemente del nivel del conductor. Desde personas que conducen con tranquilidad y que simplemente quieren estar en control de aquello que ocurre en su vehículo hasta aquellos que fantasean con derrapar en el día a día. Las lecciones de los instructores de Audi servirán para que todos los conductores mejoren su técnica al volante, indistintamente del nivel con el que lleguen a sus instalaciones.