DAKAR 2020

Alonso, un camaleón en el desierto: sorprendente debut en el Dakar

11/01/2020 09:40

Fernando Alonso parece haberse convertido en una especie de 'camaleón automovilístico'. Si ya de por sí es complicado el reto 'circuitero' que tiene entre ceja y ceja, la famosa Triple Corona –consiste en ganar el GP de Mónaco, las 24 Horas de Le Mans y las 500 Millas de Indianápolis–, más aún es llegar al Dakar… y destacar en el debut.

Por algo se ha ganado el apodo de rally más duro del mundo. A lo largo de sus más de 40 años de historia, el Dakar ha protagonizado todo tipo de escenarios: curiosidades, accidentes, historias de superación, drama… ¡incluso una victoria decidida por una moneda al aire en manos de Jean Todt!

Los circuitos y el Dakar son polos completamente opuestos. Por ello, no fueron pocos los que auguraban una catástrofe de vasta magnitud en la primera participación de Alonso en esta prueba. Sin embargo, el ovetense, tras toda una vida exprimiendo monoplazas en el calculadísimo mundo de los trazados, decidió emprender una nueva aventura.

No fue fácil la preparación. Decía el propio Fernando que en uno de los primeros test con Marc Coma a su derecha no sabía cómo afrontar una duna de apenas un metro y medio. "Todo recto", dijo el catalán, sin miedo. Unos meses más tarde, en su primer Dakar, como si la expresión 'período de adaptación' no entrase en su vocabulario, estaba siguiendo el ritmo de los especialistas de esta disciplina.

Las dos primeras etapas de este Dakar, como era de esperar, no fueron del todo brillantes. Sobre todo la segunda, pues una roca se topó en el camino de Fernando y Marc y perdieron algo más de dos horas y media –aproximadamente– al tener que reparar la suspensión rota de su Toyota Hilux 4x4.

No obstante, a partir de la tercera no ha habido ningún error grave por su parte y, lo que es mejor, el ritmo ha estado muy cerca de los pilotos de cabeza. Aún le falta un poco para estar al nivel de tres 'bestias dakarianas' como Carlos Sainz, Nasser Al-Attiyah y Stéphane Peterhansel, pero el asturiano ha empezado a sacar los pies del plato desde bien temprano.

Su mejor resultado, un cuarto puesto que le valió el honor de ser el mejor Toyota –gracias a una penalización a Nasser Al-Attiyah, todo hay que decirlo–, llegó apenas en el tercer día de esta larga 'guerra' que es el Dakar, justo al día siguiente del susto con la roca. Se cayó y se levantó. Sólo finalizó por detrás de Carlos Sainz, Jakub Przygonski y Yasir Bin Seaidan.

Pero, no contento con ello, ha cuajado hasta dos actuaciones más de un calibre similar. De hecho, Alonso comentó después de la quinta etapa que había sido su mejor actuación –séptimo tras sufrir dos pinchazos– en cuanto a ritmo puro. Más tarde, en la sexta se volvió a colar entre los grandes con un sexto puesto en la primera especial repleta de dunas.

El de Arabia Saudí está siendo un Dakar durísimo, de muchos pinchazos y averías mecánicas –incluso varios incendios– en terreno desconocido, pero no parece ser un obstáculo para un Fernando Alonso que no se amilana ante ningún desafío. Tampoco para un Marc Coma que ha rozado la perfección en términos de navegación.

Es cierto que cometió un error en la segunda etapa, pero la velocidad mostrada ha sorprendido hasta a sus 'haters', que no son pocos. Para demostrarlo, una prueba. Hagamos un experimento: en el hipotético caso de que Alonso no hubiese perdido dos horas y media con aquella roca, ¡estaría sexto en la general!

Si restamos esas dos horas y media, el bicampeón del mundo de F1 estaría a 48'13'' de la cabeza, sólo por detrás de Sainz, Al-Attiyah, Peterhansel, Al-Rajhi y Terranova. Todos ellos son expertos en la materia. Pero hay más: estaría por delante de Bernhard Ten Brinke y Giniel de Villiers, dos de los pilotos experimentados de Toyota Gazoo Racing. De Villiers, además, es ganador del Dakar –lo consiguió en 2009–.

Obviamente, un error es un error. Quien lo comete, lo paga. Alonso lo ha pagado en forma de pérdida de más de dos horas, no en vano gracias a su notable ritmo ya está decimosexto en la clasificación y recuperando posiciones a pasos agigantados. Hoy toca jornada de descanso, más que merecida, en la que toca recargar pilas y planificar cuándo llegará el próximo ataque.

Finalizará el Dakar… o no. Sólo el tiempo dictará sentencia. Pero una cosa está clara: Alonso y Coma han sorprendido a propios y extraños con su debut en el Dakar. ¿Quién sabe si volverá en el futuro? ¿Quién sabe si lo ganará algún día? De momento, un servidor se pregunta a qué color mutará este camaleón llamado Fernando.