¿Y si Gerhard Berger fuera el 'tapado' de Ferrari?

Lo confieso, no he oído ese rumor. Pero cuando comienzo a pensar por dónde pueden ir los tiros, mirar las opciones e intentar discernir las posibilidades, me topé de repente con el nombre de Gerhard Berger.

La verdad, no habría pensado en él de no ser porque coincidiendo con la búsqueda de un sustituto para Mattia Binotto –lo que debe mantener a John Elkann tan ocupado como lo estuvo Diógenes de Sinope, filósofo de la escuela cínica, buscando con un farol y de día 'hombres honestos'– ha saltado la noticia de que el expiloto de F1 'ha cerrado' ITR y traspasado el DTM al ADAC.

Berger tiene varias cosas interesantes para el puesto, aunque algunas de ellas quizás sean de hace varios años. Ha sido piloto de F1; ha sido piloto de Ferrari, en una época en la que, como ahora, había urgencia histórica para alcanzar títulos; fue director de la división deportiva de BMW, uno de los responsables del retorno de la marca a la F1 como motorista de Williams; en 2006 adquirió el 50% de Toro Rosso a cambio de vender a Mateschitz el 50% de Berger Logistic, y en la práctica fue el 'team principal' del equipo y tuvo la satisfacción de que su piloto, Sebastian Vettel, ganara en Monza.

Después pasó a ser presidente de la Comisión de Monoplazas de la FIA entre 2012 y 2014, antes de de hacerse cargo del DTM como presidente –y accionista– de ITR.

Es cierto, ha estado apartado –relativamente, porque apartado no quiere decir desinformado– de la F1 durante una década, pero seguro que puede ser interesante. Sobre todo viendo las dificultades que tienen en estos momentos en Maranello para encontrar recambio.

Binotto se queda hasta el 31 de diciembre, hasta fin de año. Pero enero y febrero son cruciales para la organización de la temporada y finalizar el coche de 2023.

Gerhard está libre ahora y con posible incorporación inmediata. Así que, ¿por qué no Gerhard Berger?