La venta de Force India, ¿un complot orquestado?

08/08/2018 07:59

La rapidez con la que se ha conseguido solucionar el futuro del equipo hace pensar que la operación se orquestaba desde hace tiempo. A espaldas de Vijay Mallya, que se había negado a vender… aunque en Silverstone parecía abierto "a una buena oferta". En la misma, Sergio Pérez estaba implicado y Toto Wolff era consciente. De hecho, Pérez ya ha dicho que tenía que actuar ya para salvar el equipo, lo que refuerza la sospecha.

Posiblemente era la única forma de salvar el equipo de una parte. Y de otra, Lawrence Stroll logra así su sueño de convertirse en propietario de equipo… o de dar a su hijo una escudería de F1.

No se logra crear un consorcio y presentar una oferta en tiempo tan breve desde que fue admitida la tutela judicial del equipo, ni tampoco en sólo una semana los administradores de la quiebra tienen encima de la mesa cinco propuestas. Es posible que los responsables del día a día de Force India hayan buscando alternativas para salvar el equipo.

Está claro que el momento de presentación de la misma se ha seleccionado con cuidado. De haberse retrasado, hubiera puesto en serio peligro, no ya la preparación de 2019 e incluso la continuidad del equipo. Entre otras cosas porque existía ya un cierto nerviosismo entre los 405 empleados dependientes del mismo y seguramente, a muchos de ellos los habían sondeado ya otros equipos o ellos mismos ya habían comenzado a sondear destinos nuevos.

Es cierto que restan muchas incógnitas todavía por discernir. Lawrence Stroll y Otmar Szafnauer deberán sentar rápidamente las bases del trabajo futuro. Y el nuevo propietario debe inyectar fondos, no tanto para el desarrollo del coche actual, como desearían Esteban Ocon y Pérez, sino para pagar nóminas y facturas y para comenzar a trabajar de cara a 2019. La mayor parte de equipos pequeños ya han detenido sus desarrollos para esta temporada porque la economía no da para mantener dos frentes abiertos, sobre todo si hay cambios de reglas importantes, como sucede en 2019, año en el que nuevamente se modifica la aerodinámica.

Está por ver el papel que jugará Bob Fernley, el administrador, en el equipo. Él era el hombre de Mallya en el mismo y no está clara su continuidad, pero éste debe ser un problema menor. Y también, si mantienen los ingresos de la FOM o en este aspecto se ven forzados a un año sabático. Saben que cuentan con el apoyo de Mercedes y también de Liberty Media, que no quiere perder su equipo justo ahora, cuando se discute el futuro de la F1 más allá de 2021.

Por supuesto, si cambian de nombre una vez más. Eddie Jordan fundó el conjunto en 1991 y lo vendió a finales de 2005 al millonario canadiense de origen ruso Alex Schneider, que lo bautizo como Midland. En sólo un año tuvo claro que el modelo de negocio no funcionaba y lo traspasó a un consorcio holandés en torno a la familia Mol y Spyker, una marca holandesa de coches exclusivos, pero que también fue algo efímero, sólo de un año, porque Spyker tuvo serias dificultades financieras. Vijay Mallya, a través de su sociedad Orange India –que es el mayor acreedor del equipo Force India– lo compró en octubre de 2007, aunque Michael Mol conservó un 15%. Más adelante, Mallya vendió la mitad de su parte a Tonye Cole, el patrón de Sahara Group. Los dos máximos accionistas, como se sabe, tienen serios problemas económicos y también con la justicia india.

Si quieres leer más entradas de blog como ésta visita nuestro Flipboard