Red Bull comienza el deshoje de la margarita

27/02/2018 16:19

Red Bull y Renault finalizan contrato este año y los franceses ya hicieron saber a la casa de las bebidas energéticas que si quieren seguir con ellos, deben dar una respuesta en mayo, un mes importante para la Fórmula 1 porque vuelve a Europa, con el GP de España en Barcelona y, sobre todo, con la carrera más prestigiosa del calendario, Mónaco.

En Milton Keynes no parecen muy contentos con los motores franceses desde que cambiaron las reglas de la motorización, pese a que desde que entraron en vigor, han ganado cinco Grandes Premios. Estiman que las carencias del propulsor del rombo han sido muchas, tanto en potencia como en fiabilidad y que esas victorias se han producido en circuitos que ponían en valor el chasis y minimizaban, por decirlo de una forma, la potencia del coche. Es más, por lo que se adivina, están convencidos que la diferencia con los propulsores Mercedes y Ferrari todavía existen.

Las críticas fueron despiadadas. El desencuentro, total y la ruptura parecía inminente a finales de 2016. En Red Bull se hicieron con los servicios de Mario Illien, de Illmor, para que ayudará a los franceses a corregir el tiro. Incluso hizo que Toro Rosso efectuara alguna sesión de test en un banco de pruebas de la firma austríaca AVL para descubrir los problemas de motor. Incluso Helmut Marko y Dietrich Mateschitz valoraron el hacer motor propio, opción que desestimaron por el coste.

Si finalmente no se consumó y se llegó a un consenso propio de la 'guerra fría' fue porque ni Ferrari ni Mercedes querían oír hablar del asunto; a lo sumo, si no había más remedio, ofrecerían al equipo austríaco los motores de la temporada anterior, oferta que Red Bull, obviamente, declino porque era correr con un hándicap similar al que tenía usando Renault.

En Red Bull también hablaron con Honda, pero McLaren hizo valer la cláusula de la exclusividad. De esas conversaciones con los japoneses quizás, sin pensarlo entonces, naciera la posibilidad del trueque que se ha dado este año. Honda ha pasado a Toro Rosso y McLaren ha heredado los motores Renault, reservados inicialmente para los de Faenza. 

Desde el primer momento se habló de que Red Bull daba a Honda un año de tiempo, para trabajar sin la presión de motorizar a uno de los equipos grandes para crecer, con la vista puesta en 2019. De ahí que Helmut Marko, Christian Horner y Adrian Newey hayan seguido muy cerca, en estas dos jornadas de test, la evolución del motor japonés.

Honda, por su parte, ya quería el pasado año un segundo equipo para avanzar más deprisa y está dispuesta a afrontar el desafío.

La solución se verá más adelante. La pelota, en el fondo, está en el campo de Honda. La evolución del motor japonés tiene la palabra. Sus resultados hasta el GP de España –incluido– serán determinantes. Pero no extrañaría mucho que se diera este paso, después de que se filtrara que Renault ofrecería el status de privilegio a McLaren.

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