Montjuic no sólo albergó carreras de velocidad, también tramos de rally

La primera vez que el Catalunya usó este tramo fue en 2014 y desde entonces es un clásico, aunque con el paréntesis de 2017 en el que las exigencias del ayuntamiento hicieron imposible su desarrollo. Ya en algunas ediciones anteriores, el RACC había hecho de Barcelona punto de inicio de la prueba, algo deseado por el impacto mediático que suscita y que se multiplica si hay alguna especial.

Pero un rally en Montjuic no es algo nuevo, ni mucho menos. Y no me refiero a las presalidas multitudinarias de los primeros Dakar o a algún Rally Montecarlo que tenía a Barcelona como punto de salida. Me refiero a escenario de pruebas cronometradas. Tampoco cuando esa peculiar prueba del Tour de France –que aunaba carreras en circuito y tramos de rally– corrían en el Circuit.

El Circuit fue escenario típico del final del Rally Costa Brava de la Peña Motorista 10 por Hora cuando aún no era ni Europeo y no estoy seguro siquiera que fuera puntuable para el Nacional. Los participantes llegaban a la ‘Montaña Mágica’ justo al concluir la jornada de entrenamientos –o quizá la carrera– del GP de España de Motociclismo y lo disputaban allí.

En algunos de los primeros Catalunya, cuando el RACC 'resucitó' esta prueba sobre la base del Rally de Les Caves, también hicieron un tramo en el Circuit de Montjuic –1986 y 1987–, incluso con una variante que pasaba por la parte trasera del Estado de Montjuic.

Pero sin duda el tramo más espectacular fue un Costa Brava –la prueba que más adelante absorbió el Catalunya para presentar su candidatura Mundial– en la que se hizo un tramo aprovechando el trazado de la 'Subida al Castell de Montjuic', bajando por la parte trasera por la entonces recién abierta avenida que llevaba desde el alto de Montjuic a la Zona Franca… que se acortó en su parte final dado al fuerte pendiente y elevadísima velocidad.

Barcelona, aparte, siempre ha sido ciudad de rallies. La sierra de Collcerola –el Tibidabo es su punto culminante– con sus carreteras de Montaña que enlazaban Barcelona con el Vallés, proporcionaba mucha riqueza de tramos. Tanto que incluso hubo una edición del Rally Tres Costes que prácticamente no salía de ella: Vallvidrera a Vallvidrera-Sata Creu D’Olorde, La Rabassada y Flor de Maig por la cara de Barcelona; Santa Creu d’Olorde, Les Planes Vallvidera, San Cugat-Tibidabo y Flor de Maig –desde Cerdanyola– por la cara del Vallés o el Baix Llobregat. Y en muchos de los primeros Costa Brava del Europeo así como de otras pruebas menores, se hacían estas especiales.

Buena parte de estas especiales eran además usadas por el Campeonato de Cataluña de Montaña, es decir, carreras en cuesta.