McLaren: ¿Diversificación o distracción?

Pero en el seno del equipo son muchos los que se sorprenden con la maniobra. No porque desde el punto de vista de marketing no pueda resultar interesante, sino porque pocos acaban de entender que llegue esta diversificación justo cuando el equipo de F1 está bajo mínimos y precisa de importantes inversiones y recursos –técnicos y financieros– para salir de este agujero negro en el que están inmersos.

Para estos, más que diversificación lo que están haciendo el dúo que rige los destinos deportivos de McLaren es pura distracción. Desviar el foco de atención de los sinsabores de la F1 y crear ilusión, 'chocolatinas' para los fans.

La maniobra, como fue la participación en Indy el pasado año, tendría mucho que ver con el objetivo de convencer a Fernando Alonso a quedarse en el equipo, ofreciéndole unas alternativas competitivas que en F1 parecen lejos de poder brindarle. La presencia de Luis García Abad junto a Brown y Boullier en el GP de Detroit es un dato que se evoca para reforzar esta pista.

Quizás en la marca o los seguidores de la misma entiendan mucho más el 'Programa Le Mans', porque si las nuevas normas confirmar que será un WEC de Hypercars, McLaren puede tener un producto de partida adecuada, sus GT, ya sea el P1 GTR o el Senna. Pero la urgencia ahora parece se un programa Indy.

Lo de la apuesta por Indy va en serio y ya para 2019. La semana pasada se rumoreó que habían tanteado a Scott Dixon, uno de los mejores pilotos de la categoría, como ha explicado Ana Vázquez en esta web. El neozelandés, aunque nacido en Brisbane –Australia–, 'cosecha' del 80, muy cerca pues de los 38 años; cuatro veces campeón de Indycar, donde cuenta con 37 victorias, con gran experiencia porque esta es su 18ª temporada en la categoría –bueno, 2 en CART y 16 en Indycar–, tres veces ganador de las 500 Millas... y amigo de Gil de Ferran, el nuevo asesor-coach que ha fichado McLaren tras el trabajo que hizo con Fernando en las 500 Millas de 2017, porque compartió con él las 12 horas de Sebring y el Petit Le Mans. Por si fuera poco ha ganado asimismo las 24 horas de Daytona.

Dixon ha desarrollado su carrera deportiva en Indycar exclusivamente con Chip Ganassi. Pilota para él desde 2002, pero el contrato vecne y Scott ha admitido que es amigo de Zak Brown, con quien habla regularmente y también que ha sido sondeado, tal como decía en la noticia de Ana Vázquez.

Algunos se sorprenden del hecho de que McLaren, cuyo ADN es construir coches, aunque use motores de otras procedencias y sólo para su actual generación GT tenga motor propio. Pueden perdonar el 'bolo' del pasado año en Indy, razones de marketing para el mercado americano y sobre todo para que Alonso recargara pilas. Pero de ahí a usar chasis 'estándar' Dallara para todo un Campeonato hay un trecho casi infranqueable. Quizás olvidan que algo parecido sucedió cuando McLaren North America hizo correr los BMW oficiales de la IMSA, primero los 320 de grupo 5 y después un March-BMW.

En cualquier caso, esta maniobra de distracción en la Indycar, no es onerosa. Podría realizarse de nuevo –como se hizo el pasado año- a través del Team Andretti. El coste de la operación podría estar ser inferior a los 6.000.000 de euros más el salario de Dixon, ni siquiera el 5% de lo que posiblemente cuesta la F1. Y permitiría, si hay resultados, tranquilizar las aguas de casa mientras se remodela el equipo de F1.

¿Diversificación? Posiblemente en nada de eso pensarían si las cosas en F1 funcionaran bien o cuanto menos de forma aceptable. Después de todo, Brown admitió que la participación de Alonso en Indy 2017 se gestó en una conversación informal a la que en su momento ni Fernando ni Zak dieron mayor importancia... hasta que resultó evidente que el 2017 con Honda iba a ser 'tiempo perdido'. Así pues permítanme que piense que esta diversificación tienen mucho de distracción o cuanto menos de maquillaje.

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