La propuesta de Brown: 17 Grandes Premios fijos y siete bienales

"Si pudiera disponer de una varita mágica, me gustaría tener 30 Grandes Premios de forma regular, pero sólo correr 21 ó 22 por año", ha señalado Zak Brown.

Su idea es disponer de un calendario "de 17 ó 18 Grandes Premios fijos y ocho o siete que se alternaran cada dos años. Para seguir desarrollando este deporte necesitamos pruebas A con presencia anual en el calendario y pruebas B que se disputasen año sí, año no".

No es una idea nueva, sino que desde hace tiempo se habla de ello de forma cíclica. Es una forma de respetar la historia de este deporte por una parte y de otra dar entrada a países nuevos, algunos de los que están dispuestos a pagar sumas importantes para tener la prueba porque más allá de la rentabilidad de la carrera, está el hecho de ser una forma de exponer el país al mundo. Una cuestión política por encima de las consideraciones económicas, donde la rentabilidad no se mide por la contabilidad del Gran Premio, sino por el retorno de imagen al país.

Zak avisa de que, de cara al futuro, la historia no basta. Que Grandes Premios históricos no tienen el futuro asegurado. ¡Ni siquiera Mónaco! De hecho, ha hecho un llamamiento a los responsables de la prueba monegasca para que se pongan al día "porque Singapur, Las Vegas o Miami pueden ofrecer el mismo nivel de glamour". Un aviso, de pasada, para otros muchos circuitos que comienzan a acusar el paso del tiempo.

"En los 20 años que llevo en Fórmula 1, los últimos seis en McLaren, nunca he visto la F1 tan fuerte ni deportiva ni comercialmente. A nivel de patrocinio estamos por encima de los niveles de prepandemia", ha destcado Brown.

Desde Liberty Media, Stefano Domenicali ha hecho declaraciones que van en la misma dirección, pero de forma más prudente. Domenicali sabe que es arte y parte en este tema y Brown, como responsable de un equipo, puede ser más directo cuando habla de temas de calendario o del posible desembarco de equipos nuevos.

En algunos círculos de la F1 existe una preocupación por una cierta decandencia de Europa ante la pujanza de países emergentes con gobiernos dispuestos a apoyar la F1 son cortapisas y no de forma parcial y tímida, como en el mejor de los casos puede hacerse en el 'Viejo Continente'.