La clasificación al sprint cambiará más cosas de lo que parece

Un abandono, una penalización, un problema técnico y el Gran Premio puede considerarse poco menos que tirado a la basura.

Aunque esto es cierto, irrefutable, no menos cierto es que cuando se analiza en su conjunto lo que supone la introducción de esta clasificación al sprint, las cosas no son tan sencillas y la posibilidad de que cambie la parrilla, de que 'se mezclen las cartas', no es precisamente despreciable.

Primer efecto: variará por completo los Libres 1. No habrá tiempo para tandas largas, para comprobar la degradación de las gomas, para probar piezas nuevas o embadurnar de parafina algún alerón o bargeboard. Será primordial preparar la clasificación. Pero tampoco habrá tiempo para corregir posibles errores en la elección previa del set-up.

Eso es sólo una parte del tema. Tampoco habrá tiempo para que en la sede del equipo se hagan simulaciones, ajustes o se comprueben soluciones alternativas. Apenas tres horas después de los Libres 1, los coches quedarán en parque cerrado.

Es cierto. Los equipos ya tienen una pequeña experiencia en esto. No lo digo por los viernes lluviosos que han dado paso al resto de Gran Premio soleado, sino por el Gran Premio de Emilia Romaña de Imola el año pasado cuando, a modo de ensayo, se suprimieron los entrenamientos libres del viernes… en un trazado en el que no se corría desde hacía años.

Es cierto, la ventaja de Mercedes y Red Bull sobre los demás es tan importante que nadie piensa que en las primeras posiciones pueda haber un trasvase de poderes, pero en el pelotón de segunda división puede darse más de un cambio.

Otro detalle no menos baladí: los horarios seleccionados para el fin de semana. La clasificación del sábado se disputará bastante tarde –a las 18 horas locales–, cuando el sol haya dejado ya de calentar, la temperatura sea un poco más fresca y el asfalto haya perdido parte de su calor. Calentar debidamente las gomas en un trazado en el que las curvas son muy rápidas no va a ser precisamente sencillo.

Estos dos factores pueden hacer que las cosas cambien de forma notable, al menos entre los equipos que están más o menos igualados.

Será el sábado por la mañana cuando los equipos puedan medir la degradación de las gomas… pero con un detalle clave: no se podrá variar la configuración del coche, en este sentido funciona el régimen de parque cerrado.

La carrera sprint del sábado será asimismo a hora tardía. Comenzará a la misma hora en la que domingo los pilotos pasen bajo la bandera de cuadros.

En unos momentos en los que los equipos hablan de estrechez de ventanas de trabajo de los neumáticos, de dificultades para calentarlos de forma adecuada, etc., estos detalles pueden ser muy importantes.

Espero con interés lo que resulte de este test en Silverstone. Es posible que el 'status quo' no varíe, cierto, pero también que ocurra más de una sorpresa.