La broma de Leclerc que casi causa infartos en el muro de Ferrari

Dijo que notaba un problema de motor, la misma frase que dijo en 2019, cuando el propulsor le 'arrebató' la que hubiera sido su primera victoria

"Pasa algo extraño en el motor", dijo mientras se detenía el corazón y congelaba la sangre a los que le escucharon. Era exactamente lo mismo que dijo en 2019, cuando una avería final le privó de lo que debería haber sido su primera victoria en Fórmula 1.

Entonces fue a diez vueltas del final y aún pudo llegar hasta la meta pero tercero. Su motor perdió potencia, posiblemente un problema en un cilindro y los ocho segundos de ventaja que tenía sobre Lewis Hamilton se fundieron en un plisplás. Jock Clear, su ingeniero entonces, le dijo que continuara hasta el final como pudiera, continuando a ritmo lento, pero perdiendo más de tres segundos por vuelta no pudo siquiera contener a Valtteri Bottas, que hizo el doblete.

El barcelonés Xavi Martos Padros, su ingeniero, miró rápidamente los datos y no había ninguna luz roja de alarma. Se dijo "No puede ser" y lanzó un "entendido" como respuesta. Charles rio a través de la radio y admitió su broma, mientras Padros le advertía que había banderas amarillas por el trompo de Sergio Pérez, que le dejó fuera de carrera.

Si entonces Mercedes aprovechó los problemas del monegasco para firmar un doblete y a éste le quedó sólo el consuelo de la tercera plaza, ahora el abandono de Max Verstappen acabó dando un doblete a Ferrari, con Pole y vuelta rápida incluidas, el mayor botín que pudieran esperar y que desde luego no imaginaban conseguir porque también Pérez abandono y el equipo favorito del Mundial comienza con un doble cero, a 44 puntos de los de Maranello.

"Quise gastarles una broma", dijo riendo Charles al concluir la carrera. "Les dije en la última vuelta que había algo mal en el motor y creo que alguno estuvo al borde del infarto".