Hamilton-Verstappen: esto no quedará así

Se ha cerrado la vía legal o judicial. Pero no se ha cerrado la doble brecha abierta, la existente entre los pilotos y la que existe entre los equipos o al menos entre sus dirigentes.

Como en el 'far west', los dos gallos del corral se han dicho mutuamente "uno de los dos 'sobra' en esta parrilla y no soy yo, forastero". Como en la época de los grandes enfrentamientos entre Ayrton Senna y Alain Prost, con el agravante de que ni Toto Wolff ni Christian Horner y Helmut Marko echan agua al fuego sino en todo caso lo avivan.

No sé si vamos a ver un nuevo episodio aquí en Hungaroring. Todo está demasiado reciente y los comisarios seguro que están al quite más que nunca y tanto Max como Lewis saben perfectamente que un incidente nuevo se juzgará de forma más dura y quizás con una sanción ejemplar y disuasoria que ni uno ni otro pueden permitirse en óptica de campeonato.

Tal como están las cosas me da más miedo Verstappen, le veo colérico y sobre todo más presionado por sus ansias de ser campeón ya, de no querer esperar… porque con un cambio de reglas y motor propio quién sabe si Red Bull será tan competitivo como Mercedes en el futuro y su entorno es propenso a la calma.

Hamilton, por experiencia, por sus siete títulos, parece más maduro, más consciente de lo que puede pasar, pero también con la tranquilidad de que no tiene nada que demostrar y su entorno le ayudará a mantener control y calma.

Hay otro detalle a tener en cuenta: Max es un chico de las carreras. Hamilton, una vez fuera del paddock, desconecta y tiene otros intereses, otras preocupaciones y objetivos. Esto le permite aislarse de situaciones como ésta, de no obsesionarse, de no comerse el coco sobre todo porque él, además, es el ganador en este caso.

De cualquier modo, ambiente cargado, tenso. El combustible está ahí y la mínima chispa puede desencadenar un nuevo incendio.