El premio de Jan Solans: una hoja de ruta a tres o cuatro años vista

No, no lo digo porque sea campeón del mundo junior de este año, sino por la forma en la que ha ganado. No cometió un error en Suecia, primera sorpresa; aplastó en Italia, donde ganó nada menos que 12 especiales, y después, en unas condiciones realmente difíciles, ha salido vencedor en el difícil y traicionero Rally de Gran Bretaña, tras un duelo espectacular con su rival, el sueco Tom Kristensson; un pinchazo fue decisivo… puede ser mala suerte o también que atacando, hubiera cortado demasiado una cuneta o salido demasiado largo; sólo él lo sabe.

Dos victorias, un segundo y un tercero en cinco pruebas son un sólido bagaje, pero hay otro detalle revelador: Rådström, tercer clasificado y uno de los pilotos más rápidos del Campeonato, ha ganado 34 especiales, ¡sólo una más que Solans! La gran diferencia es que Jan no ha cometido errores y Rådström sí.

Todo esto no ha pasado desapercibido y puede abrir muchas puertas a Solans, sobre todo teniendo en cuenta, como ha dicho nuestro compañero Jesús Muñoz en su crónica final del Rally de Gran Bretaña JWRC, que el próximo año tiene un programa en el WRC2 con un Ford, premio a su triunfo en el JWRC. Sólo espero que Jan tenga mejor fortuna con el coche de la que tuvo su hermano Nil, campeón JWRC en 2017, pero que en WRC2 se ha transformado.

Un Nil Solans que ha tenido importancia capital en el título de su hermano. Un Nil que este año, tras los primeros resultados, renunció a correr para concentrarse en la labor de coach de su hermano.

Es algo que me recuerda otras historias similares. Las de Jordi y Marc Gené –por cierto, casi paisanos de los Solans– o en motos a los hermanos Graells… de eso hace ya más de 30 años y todavía recuerdo un 'billete' que escribí: "¡Va por ti Juanito Graells!". En ambos, el mayor hizo de coach en un momento clave de la carrera del pequeño.

No lo tendrá fácil Jan. Rådström y Kristensson tienen a Suecia detrás, un país que fue dominador en el mundo de los rallies, el país de Stig Blomqvist y que quiere recuperar su protagonismo. ¿Tendrá el apoyo suficiente y será lo suficiente paciente Jan para seguir creciendo?

Llevar a un piloto al WRC en la actualidad no es un tema de quemar etapas, de exigirle que el próximo año sea protagonista destacado del WRC2, es un programa a tres o cuatro años vista mínimo. Los hombres que hoy dominan el Mundial lo necesitaron.

Tomen nota: Jan –y su copiloto, Mauro Barreiro– han hecho lo que tenían que hacer. No han fallado. Ahora son otros los que no pueden fallar ofreciéndoles su apoyo… a largo plazo. Como deben hacer con Efrén Llarena.

A lo largo de nuestra historia automovilística, por eso hemos malgastado muchos talentos, por buscar el éxito inmediato, a corto plazo. En rallies eso no funciona. Bueno, no funciona en casi ninguna parte y en rallies, todavía menos.