Bottas sabe que puede ser la última oportunidad, Wolff teme que querrá aprovecharla

Como en 2016 se da una circunstancia que propicia el enfrentamiento de los dos compañeros de equipo. El Mercedes W11 parece muy fuerte, demasiado fuerte para los rivales. O, mejor dicho, para el rival, el Red Bull de Max Verstappen. Los Ferrari de momento no cuentan en las quinielas, están simplemente fuera de juego… al menos durante un tiempo.

En otras palabras, Mercedes corre pocos riesgos en permitir la batalla entre compañeros. Y Valtteri Bottas lo sabe. Sabe perfectamente que esta puede ser su primera y última, su única oportunidad de ser campeón del mundo. Tratará de aprovecharla, sin duda.

Pilla todo el tema, además, con un Lewis Hamilton 'teóricamente distraído' en varios frentes. Además de la F1, la discusión de su futuro contrato y también por todo su activismo social: desde la batalla por la diversidad a la promoción del veganismo, la defensa de los animales y la lucha contra el racismo y su toma de conciencia medioambiental.

¿Le distraerá esto de su objetivo de igualar las coronas de Michael Schumacher? Está por ver. Lewis asegura que no. En el pasado ya tuvo una vida ajetreada al margen de la F1 y compaginándola con ésta. Pero era más mundana o lúdica: desfiles de moda, conciertos, salidas con raperos, etc. Algo que Toto Wolff toleraba quizás porque entendía que eran como una suerte de 'DAS' para Lewis. El sistema peculiar de dirección de Mercedes parece que tiene objetivo gestionar la temperatura idónea de las ruedas, mientras que en el caso de Lewis será una forma de gestionar la presión simplemente 'aparcándola' para dedicar la atención a otras cosas.

Y Bottas sabe que se juega mucho en esta batalla. La corona sí. Pero no sólo la de 2020 sino la posibilidad de repetirla en el futuro. No tiene contrato para 2021, en Mercedes siguen pensando en George Russell cara al futuro y en algún momento deben abrirle la puerta o correrán el riesgo de perderlo. Y fuera de Mercedes en la actualidad hace frío en la F1.

Para Lewis y Valtteri las dos pruebas austríacas son cruciales. En una temporada de todas las incógnitas -es imposible predecir cuantos GP habrá- no pueden permitirse el lujo de fallar al inicio. Después puede costar mucho recuperar el terreno perdido… y puede faltar calendario para ello.

Sólo resta por conocer si, como en teoría teme Bottas, el Red Bull tiene un ritmo de carrera más cercano al de Mercedes de lo que la clasificación deja entrever ya que ello puede condicionar la existencia o no de órdenes de equipo y el sentido de éstas.

Todo ello hace que este GP de Austria de hoy tenga un cierto morbo en cabeza… aunque el fondo algunos aficionados piensen que sin Mercedes la F1 estaría mejor, sería más competida… aunque a ninguno de los que esto sostienen se le ocurriría prescindir realmente de las flechas de plata… perdón, este año negras.

Y si fuera Toto tendría preparadas unas tilitas, tranxilium, diazepam, prozac… y hasta un desfibrilador. Por si las moscas.