¿Te aburre la F1 actual? ¿Quiénes son los culpables?

Me produce bastante gracia, incluso torcer el gesto en una sonrisa burlona e irónica, leer o escuchar estos últimos días tanto a periodistas de medios especializados como a puros aficionados a este deporte en diversos foros y redes sociales, quejarse de lo aburrida que es la F1 actual. Culpan en su mayoría de ello, al dominio aplastante de un solo piloto y equipo, como si esto fuese algo nuevo y no hubiese sucedido antes.

Es lo que tiene comprar el humo que te venden, aun sabiendo que te están timando, para después de todo echarte a llorar porque te han engañado con promesas de algo que jamás ha llegado a ocurrir ni ocurrirá. Que no sean tu piloto o equipo favorito los que consiguen esas Pole Position, podios y victorias supongo que también debe influir bastante. Ya escribí sobre esto en septiembre del 2022. 

Discrepo con las opiniones actuales de que esta Fórmula 1 es peor que la anterior a este nuevo reglamento. En mi opinión es prácticamente la misma, tan sólo que el dominio total es por parte de otros. Hemos cambiado a Mercedes por Red Bull y a Lewis Hamilton por Max Verstappen.

Esto es lo único que verdaderamente han conseguido las nuevas normas de la FIA, aquellas que nos prometían más acción en pista, más facilidad para seguirse unos coches a otros, mayor número de adelantamientos y en definitiva mayor espectáculo. Nada de eso se ha producido, ni siquiera cambiando los compuestos de los neumáticos Pirelli a mitad de temporada, tal como hicieron en 2013. Lo único que han logrado de nuevo con este cambio en las carcasas de los neumáticos es favorecer a unos equipos y fastidiar a otros que tenían las gomas con las que se inició la temporada más que controladas y a las que les sacaban mayor provecho.

La FIA, supongo que consciente de su fracaso en el intento de aumentar el espectáculo con el cambio de normas, intenta parchearlo como puede. Desde luego voluntad le ponen. Lo intenta, entre otras cosas, con el formato de fin de semana Sprint, que en mi opinión sólo logra confundir al aficionado ocasional, e incluso al asiduo también, al cambiarle el formato al que está acostumbrado y del cual entiende sus reglas por otro en tres o cuatro carreras al año. Lo suyo, si tan convencida esta la FIA de que funciona, seria aplicarlo a todo el calendario y no hacer las cosas a medias, que es a lo que parece estar más acostumbrada, como por ejemplo obligar en cierto Gran Premio a usar en cada una de las etapas de la sesión de clasificación un compuesto concreto de neumáticos a todos los pilotos en busca de mayor igualdad de las cosas.

Mientras tanto, a parte de esa afición aburrida con la F1 actual, en vez de molestarle esto y tomarla con la FIA, le molesta los comentarios desenfadados e incluso a veces chulescos de Max Verstappen por radio. También que no celebre con suficiente entusiasmo e euforia sus Pole Position y/o victorias. también llega uno a escuchar o leer que el piloto holandés está aburrido de ganar y tras cada victoria se baja del Red Bull como lo haría al bajar de su utilitario tras ir a comprar el pan. Pese a todo, ahí estamos, cada fin de semana de carreras frente a la pantalla para disfrutar de esos 'cómicos' subidos a coches de colores, quizá con la esperanza de que haya suerte y nos divirtamos.

A lo largo de los últimos... ¿cuántos? ¿20 años?... hemos asistido a tantos cambios de reglamentación por parte de la FIA como etapas de dominio de la Fórmula 1 por parte de un solo equipo y piloto. Esto no es nuevo, no nos debería pillar por sorpresa, al igual que tampoco nos debería sorprender que ninguno de estos cambios haya terminado de funcionar tal como debieron pensar los que los idearon. Quizá uno de los motivos, llámenme suspicaz, es que siempre que se cambia el reglamento coincide justo cuando los equipos de la parrilla están más igualados gracias a que, al mantenerse un reglamento, les ha dado tiempo de igualarse a sus rivales y, por tanto, suele existir más lucha en la pista e igualdad de oportunidades para todos.

Mil y un intentos de igualar el nivel de los equipos en busca de mayor gloria del espectáculo y atractivo para el aficionado, algunos con más sentido que otros, pero casi siempre a destiempo y sin contar que el ingenio humano y un buen presupuesto terminan por dar al traste con todos estos planes de la FIA.

¿Quién tiene la culpa de que nos aburramos? ¿La FIA sus cambios de reglas y promesas incumplidas? ¿Verstappen, Red Bull y su dominio? 

Quizá la culpa sea nuestra, del aficionado, que aun así no cambiamos la F1 por otro deporte, cambiamos de canal y nos dedicamos a ver, por ejemplo, el campeonato mundial de curling, de petanca o de canicas.

Saludos.

Javi C.